domingo, 12 de febrero de 2017

Canchánchara aquì y Canchánchara allá...Amigos, a disfrutar

Llega el 14 de febrero y quiere la vida de la mano de tres jovenes emprendedores que podamos brindarle a nuestros seres amados (novios, esposos, amigos, familiares), la posibilidad de pasar una noche inolvidable, aquí en Valencia, cargada de cubanía.  A esto ha contribuído un equipo integrado por hispanos y cubanos amantes de la tradición trinitaria y de la 'buena onda', deseosos de brindarnos lo mejor de su talento,para hacernos pasar un buen rato, no sólo en el aspecto culinario.
 
La Canchánchara es un local recién abierto en esta ciudad, en el que podemos saborear algunos de los platos más conocidos de la gastronomía cubana:  macho asado, congrí, plátanos fritos verdes (chicharritas, a puñetazos), yuca con mojo y otros más igual de apetitosos, así como acompañarlos con bebidas y cócteles de igual nacionalidad, sin contar los postres.Es precisamente uno de esos cócteles el que da nombre a este local.

 La Canchánchara, cuyo origen se remonta a la época de las Guerras de Independencia, cuando los mambises para protegerse del frío y de las enfermedades respiratorias, preparaban un licor a base de aguardiente (ya que era lo que tenían más a mano, producto de la caña de azúcar al igual que el ron), miel y algún cítrico.  Por lo general, lo tomaban caliente pues su objetivo era calentarse.  Aunque se convirtió con el tiempo en la bebida representativa de Sancti Spiritus, su creación se produjo en las regiones orientales. La elaboración de dicho coctel se trasmitió de generación en generación gracias a la tradición oral.  

Cuando en el 2010 decidí realizar junto a dos amigas una gira por una gran parte del territorio nacional cubano, grande fue mi sorpresa al conocer este local, cargado de historia y en él se podía consumir una 'canchánchara' . Originalmente esta bebida se tomaba en 'jícara', (vasija hecha a partir de la corteza de la güira), más a raíz de la puesta en marcha del proyecto de rescate de esta tradición, los integrantes del equipo de trabajo del Museo de Arquitectura de la ciudad promocionaron el uso de una vasija de barro que imitaba dicha forma para expender la referida bebida.  Actualmente, el lugar es uno de los más visitado por aquellos que deambulan por dicha Villa, Patrimonio de la Humanidad, y aunque en sus inicios se tomaba caliente por los aguerridos mambises, hoy por hoy se utiliza hielo en su preparación, manteniéndose el resto de los ingredientes, incluyendo la miel que le aporta un delicioso sabor dulzón.  Eso sí, CUIDADO, es tan fácil de beber que puede 'ponerte sabroso' en menos de lo que canta un gallo.

Además de poder degustar el mencionado cóctel, es posible disfrutar de música en vivo tradicional, interpretado por diferentes grupos de la localidad. Incluso, hasta aprender a tocar algun instrumento tradicional como el tambor. Y, antes o después realizar un espléndido paseo por la ciudad, una ciudad que es en sí misma un Museo vivo, pues en sus casas centenarias viven muchos de sus habitantes que guardan con celo gran parte de sus bienes heredados de sus ancestros.  Como la familia Moreno, en cuya casa viví durante un tiempo compartiendo con abuelos, tíos y sobrinos orgullosos de sus tesoros, y que fuera utilizada por el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica) en la producción de la película cubana "El Hombre de Maisinicú".  Actualmente se encuentra ubicada en dicha residencia colonial la sede de la ACAA (Asociación Cubana de Artesanos Artistas) y en su salón principal se exhiben las prendas primorosamente tejidas por sus miembros, auspiciados por mi gran amiga Isaura.

Trinidad es una ciudad a la cual siempre me he sentido muy ligada, no sólo por lazos familiares (aún viven en ella integrantes de la familia Zayas) sino por toda la historia que guardan sus rincones. No olvidar que fue una de las siete primeras villas fundadas por Velázquez.  Tal vez fuera ella, la cual de una forma muy sutil, me metiera en la cabeza la idea de convertirme en historiadora de arte, seguramente conquistada por su arquitectura colonial que parece detenida en el tiempo.  De todos modos, es una ciudad que ocupa un lugar muy especial en mi corazón y en mis recuerdos.



2 comentarios:

  1. Como siempre un gran placer leer y transportarme hacia esos maravillosos lugares, algún día los conoceré.

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  2. Hermosa Trinidad. Me hubiera gustado vivir en es ciudad en una de esas increíbles casas coloniales. Ya el tiempo se va acabando y este sueño queda para mi otra vida. Felicidades por tus contribuciones que nos hacen recordar y amar a nuestra amada Cuba.

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