domingo, 13 de septiembre de 2015

Las bodas...2da. parte


Hoy, para variar, seguiré el consejo de un buen amigo: "Lo bueno, si poco, mejor".

En sentido general,, durante los años 66-90, las bodas en Cuba siguieron un patrón bastante semejante.  La ceremonia religiosa perdió preponderancia y la civil ocupó su lugar.  Se realizaba en los Registros Civiles, las Notarias y a partir de 1966, los novios contaron con un lugar muy especial: el Palacio de los Matrimonios de Prado (antiguo Casino Español).  Con el tiempo se crearían lugares como este a lo largo y ancho del territorio nacional.  En él, las bodas recuperaron parte de su esplendor y su papel como evento social.  En muchos casos, el brindis tenía lugar en sus salones.

Aunque seguían existiendo tiendas para ayudar a los novios en la confección de su ajuar, sus abastecimientos iban mermando, si en el 73 aún era posible comprar gran parte del mismo incluyendo los clásicos "bobitos" y los zapatos de Primor, esto ya en los años 94-95 era casi imposible.  Seguían otorgando a los novios la opción de compra del cake y algo del buffet, pero también se habilitaron locales como restaurantes y Círculos sociales para la realización del brindis en moneda nacional.  La luna de miel seguía siendo una oferta válida, pero también durante unos años antes del Período Especial, se pudo disfrutar de la opción de La Vuelta a Cuba e incluso de viajes a los entonces países socialistas.

A partir de los años '80, con la llegada masiva de turistas y emigrados, muchos novios se vieron favorecidos con la ayuda material que les brindaban familiares y amigos, y como ya existían las TRD (Tiendas de Recaudación de Divisas) y las de Canjes de valores, pues podían acceder, primero a través de ellos y más tarde, directamente, a artículos en CUC (moneda convertible), aunque para la mayoría de la población esto no constituía una opción por sus  precios prohibitivos y la no posibilidad de obtener divisas, pues los salarios y las divisas no jugaban en el mismo cartón.

En los  primeros años de los '90, con la entrada en vigor del "cuentapropismo" en el territorio nacional, se hizo viable la adquisición de servicios que ofertaban los mismos, desde alquiler de trajes hasta la confección del cake , el alquiler de carros hasta la contratación de fotos y vídeos a particulares, tanto en moneda nacional como en divisas.

Con el auge de las bodas entre cubanos y extranjeros u otros cubanos residentes en el extranjero, se abrieron centros como La Maison para la realización de las mismas cuyo importe debía ser abonado en CUC, poniéndose de moda el alquiler de coches de época y de carruajes tirados por caballos, y lugares donde se ofrecen todo tipo de servicios para los contrayentes, desde tiendas especializadas hasta peluquerías y centros de belleza.

Durante décadas en Cuba se han realizado "bodas colectivas" organizadas por la FMC (Federación de Mujeres de Cuba), las FAR, los Sindicatos y hasta por centros y entidades religiosas en los últimos años, incluyendo las del colectivo Gay.

Actualmente, la tendencia entre los cubanos es a mantener relaciones estables pero no oficializarlas debido a lo que esto entraña en múltiples aspectos, que en la Cuba de hoy no tienen total solución.  Sin embargo, últimamente ha habido una tendencia al alza en la celebración de las mismas. E incluso algunas muy originales, como la efectuada en el Pico Turquino por dos jóvenes maestros.

No quisiera, terminar esta breve crónica sin relatar la que para mi fue la mejor de mis bodas, en cuanto a evento social.  En el año 2000, recién regresada de un viaje de visita a mis hijos, visité a una Gitana que me auguró una pronta boda con un chico que conocería llevando una maleta y el cual, aunque ganaba bien,, no tendría ni un quilo en el bolsillo.  Así mismo fue, coincidí con él en la parada de 76, nos enamoramos y decidimos casarnos.  La ceremonia tuvo lugar en el Palacio de los Matrimonios del barrio (Alts. de Belén) fuimos andando , el buffet lo preparé con mis propias manos, acudieron mis familiares, amigos y vecinos a los que previamente les había advertido que mi boda era de "traje".  Yo ponía la comida pero, el que quisiera beber tenia que traer su botella.  Por eso al entrar todos decían: "Traje esto...traje aquello..." y , a decir verdad, nunca vi amenizar un recital de mi entrañable amiga Xiomara Valdes (ex integrante de las d'Aida) con tal variedad de bebidas y licores, de todas las marcas, precios y colores.

Muchos apuntes y recuerdos han quedado en el tintero, pero creo haber complacido a mi amigo y un grupo de lectores...."Lo bueno, si poco, mejor"  Que lo disfruten




9 comentarios:

  1. Para mi, se quedó corto...Para que veas.....Besooooooos

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  2. Tienes una forma de escribir muy amena, la lectura va como la seda y como la persona que comentó antes me quede con ganas de seguir leyendo, así que a esperar a que llegue la próxima historia. 😘😘😘

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    1. gracias Mary no te preocupes...ya tengo preparadas varias entradas y espero no defraudarles...

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  3. LAS DOS PARTES HAN SIDO UNA BUENA CRONICA DE LO QUE HAN SIDO LAS BODAS EN CUBA CON LA REVOLUCION. SOLO TE FALTO LA EPOCA COLONIAL Y LA REPUBLICA, JEJEJE

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  4. Genial, las 2 partes me encantaron solo tengo 2 dudas que son los bonitos y cómo eran los zapatos primor?

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    1. Oli...bonitos significa bellos, lindos....y los zapatos Primor...eran unos zapatos de calidad, hechos a mano de piel legitima que se ofertaban a las quinceañeras y a las novias...su precio 50 pesos MN que en esa época estaba el cambio a 0.90 USA dollars

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  5. Pues si, te quedaste corta, ese amigo tuyo lo que anda es apurado.

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