domingo, 7 de agosto de 2016

De cines, festivales, conciertos y...algo más 4ta.parte

Hace un tremebundo calor en la sala de la casa, y para paliarlo un poco, enciendo el ventilador (que me recuerda a mi cubano Ciclón) a tope, me sirvo un vaso de tinto de verano bien frío y me dispongo a disfrutar en la tele de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Brasil 2016.  Mas, no sé por qué, me recuerdo que mi nieto  Emrys se los está perdiendo porque lleva unos días disfrutando de un Festival de Música en Burriana, con la 'casa a cuestas' junto a miles de jóvenes españoles y extranjeros.  Y justo en ese instante,  me vinieron a la mente aquellas jornadas del II Festival Internacional de la Canción Popular celebrado en nuestra Playa Azul: Varadero, allá por el año 70.  

Hacía apenas unos meses que me habían nombrado personal de plantilla en el Consejo Provincial de Cultura, sito en la calle San Lázaro 353, en un edificio del que me llamaba mucho la atención la ubicación de sus baños, pues se encontraban en los inter-pisos.  Ocupaba una plaza en el departamento Trabajo con los Niños junto a la sin par Haydée Arteaga, esa maga de la Narración Oral, ubicación que logré después de estar más de seis meses "luchando la plaza" de forma no remunerada (jajaj, voluntaria).  El evento a celebrarse en el mes de noviembre le fue asignado al Consejo Nacional de Cultura, quien nombró a Julio Bidopia director del mismo y nombraron a Amaury Pérez García, en representación del ICRT como director artístico del mismo.  El CNC y sus sucedáneos tuvieron a su cargo la clasificación de los votos que seleccionarían a los representantes nacionales, los cuales llegaron por via postal enviados desde todos los confines del país.

Este Festival, que tuvo carácter no competitivo y en el que participaron solistas y grupos de lugares tan disímiles como España, Checoeslovaquia, Japón y Austria, entre otros, también contó con una amplia representación de nuestros intérpretes, archi-conocidos conocidos y poco conocidos, pero de una estelarísima calidad que sostuvieron un 'mano a mano' con las personalidades extranjeras asistentes, al mayor nivel, contando con el apoyo de los instrumentistas tanto de la Sinfónica Nacional como de la Orquesta Cubana de Música Moderna y de las voces del Coro de ICRT.  (Para ver el listado de los participantes los invito a leer el blog de Yin Pedraza Ginori sobre el tema).

A lo que iba, todos los días nos trasladábamos un grupo de compañeros a realizar 'trabajo voluntario' , labor que comenzó con el referido conteo de votos y se extendió a las más disímiles labores en las instalaciones utilizadas al efecto, tanto en el Anfiteatro de Varadero, del que curiosamente lo que más recuerdo es su barra libre y su impresionante escenario; así como en las áreas del Hotel Internacional de Varadero, en cuyas cabañas se encontraban alojados los compañeros del  equipo técnico.

 Pero, indiscutiblemente, lo que más llamaba mi atención era el ambiente creado por los miles de jóvenes asistentes al evento (se calcula que sumaron mas de 150 mil, no olvidar que la entrada a todas las actividades era gratuita) y que los podías ver a todo lo largo y ancho de los 7 kms de playa que posee Varadero, tanto dentro de la ciudad propiamente dicha, como a lo largo del litoral.  Pedraza Ginori lo resume muy bien al decir que aquel..."era de puro ambiente farandulero".  Me imagino que algo así sucedería en los conciertos hippies y en el Festival de Música en el que está mi nieto participando.

Esos quince días quedaron grabados en mi memoria, y en una de esas noches daría inicio una aventura muy singular que ocupa un lugar importante en mis recuerdos.  Igualmente quedarían atrapadas en mi mente las noches de Gala en el Anfiteatro de la Habana durante el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes 1998, del cual guardo aquellas imágenes de los conciertos de los grupos visitantes que en esa instalación provenían del área "capitalista", sobre todo la noche de clausura donde volaron globos y peluches, algo inaudito en esa época  y las actuaciones de nuestras ya para entonces primerísimas figuras como Beatriz Márquez y Farah María; toda una fiesta de amistad y confraternidad, tan necesarias en nuestro mundo actual y que me imagino algún día volveremos a disfrutar, en las que reine la alegría y la amistad.

Me gustaría antes de terminar, si me lo permiten, referir una anécdota de un eminente músico, quien en su momento integró la Orquesta Cubana de Música Moderna y por ende, participó en el Festival de Varadero, pero quien además era amigo y vecino de Lorenzo, mi ex. Tal vez no tenga mucho que ver con el tema de hoy,  pero de seguro que les alegrará el día.  Acerca de su veracidad, no puedo dar fe, pero les aseguro que Lorencito era una persona de confianza.

 Contaba él que un día se encontraba este estelar instrumentista, en su apartamento allá en la calle 28 entre 23 y 25 en el Vedado, dándole de comer a su hijo.  El niño se negaba a ingerir el alimento y en eso sonó la voz de un vendedor ambulante, (si mal no recuerdo, un amolador de tijeras)  El padre se levantó de la silla, se asomó a la ventana y le dijo al vendedor que subiera.  Cuando éste llegó al piso de donde lo habían requerido, se encontró en una de sus puertas frente a un hombre con un niño en brazos que le preguntò intempestivamente:

 "Señor, ¿verdad que si el niño no se come su comida Ud. se lo va a llevar?" 

 Cuentan las malas lenguas y la mía, que a veces no es muy buena, que poco faltó para que aquel pobre infeliz cogiera al referido músico por el cuello, y que menos mal no portaba encima sus instrumentos.

Y deseándoles un felíz domingo, ahí les dejo hasta la próxima.

Una vez más, gracias por su precioso tiempo.






3 comentarios:

  1. Cary estos recuerdos tuyos del año 70 me traen los propios también de esa época que fue cuando nació mi hijo Pedro Antonio. Recuerdo vívidamente la música de eso días. Ser joven es un mal negocio, te coge de sorpresa y de sorpresa se va. Ahora me gusta la música pero no como antes. Si ya sé, todavía te falta el encontronazo con los 70...e'pera poquito como dijo el chino. Magistral crónica como siempre y como siempre también nos deja queriendo saber qué pasó con esa relación que nació en ese entorno maravilloso de Varadero. Solo puedo imaginar...

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  2. Amiga mía, rica la entrega de hoy. Esta crónica me hizo recordar mi participación en ese evento, pero 18 años años después cuando lo dirigió Pablo Milanes. Precisamente el me pidió que escribiera las glosas que leerían los conductores del festival, Gretchen Galindo y Franco Carbón, dos excelentes locutores. Conocí a muchos interpretes Lucha Villa, Fito Paez, Halieto, Lucecita Benitez ya otros. Me sentí confiado y alegre por esa posibilidad que me dio Pablo a quien a pesar de no haberlo nunca mas en 23 años, se lo agradezco.

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  3. Definitivamente el tema de Cultura llama mucho mi atención y como usted lo relata me fascina.

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