domingo, 31 de julio de 2016

De cines, conciertos, festivales....y algo más 3ra parte.

Salgo como un bólido de mi clase de checo en la escuela de idiomas de 5ta y H, en el Vedado... llego tarde a mi primer día de clases en el Curso para Trabajadores en la Facultad de Artes y Letras de La Habana.  Sólo me quedan 10 minutos para que cierren la puerta del aula, por suerte soy la número 168 en la lista y arribo 'just in time' para decir:  PRESENTE.  Miro a lo largo y  ancho del recinto en busca de un pupitre vacío y, allí lo veo, justo detrás de un chico alto, moreno, bien parecido cuya cabeza me impide ver la pizarra y al profesor.  Este habla algo de los monos platirrinos o catirrinos, pues es el de Historia I y yo sólo atino a pedirle a aquel gentil chico que o se cambiaba conmigo o se bajara un poco en el asiento. Optó por lo segundo.

Al terminar el turno, se acercó a mí, intercambiamos algunas palabras y me preguntó si tenía prisa.  Yo le dije que no, que mis padres se encargaban de cuidarme los muchachos y que podia quedarme un rato, no mucho, pues mi viaje de regreso en el autobús 20,  Ceiba-Vedado, duraba casi una hora y mañana debía trabajar.  Me acompañó hasta la parada frente al hospital Calixto Garcia, y allí sentados en el banco conversamos un ratito.  Me dijo que era músico, clarinetista y que tocaba en la Banda Nacional de Conciertos.  Y, así fue como empezaron dos de mis relaciones más importantes, la que sostuve con Lorenzo, que se convertiría en mi 4to esposo unos meses después y que duró casi 15 años (la más larga de todas) y ese fenómeno musical que es la Banda Nacional de Conciertos de Cuba.

Las clases eran diarias, de 7 a 11 pm, asi que cuando salíamos o no teníamos algún turno ocupado nos ibamos a comer o a conversar a algún sitio cercano.  Supe que había sido militar,(de ahí su carácter reservado), que le gustaba la caza submarina, aficionado a la fotografía, que su padre habia sido el dueño de las dulcerias La Liana, que sabía cocinar, sobre todo dulces, pero que él no los comía, que no fumaba y apenas bebía alguna que otra cerveza, que era divorciado, tenía una hija (que se convertiría en clarinetista igual que él), que en su casa todos eran músicos: su madre habia sido pianista de 'tanda de cine', su padre trompeta en la banda de Camagüey (de alli eran), y su hermana pianista concertista, pero que al graduarse, como lo había hecho por complacer a su mamá, colgó el título en el salón y  se olvidó del mismo. Que tenía unos amigos que criaban 'pollos plymouthrock', entre ellos el ex-timonel del yate Granma, Norbero Collado que devendría un muy buen amiigo mio, y en cuya casa tuve la oportunidad de comer el mejor arroz con quimbombó que he probado en mi vida.

Y, me invitó a uno de sus conciertos.


Eran las 8 de la noche de un martes, llevé a mis hijos y nos acomodamos en las sillas que situaban al efecto en los jardines del patio del Palacio de los Capitanes Generales donde tendría lugar el concierto.  Allí tuve ocasión de hacer, a la vez, dos de mis actividades preferidas:  visitar el museo y escuchar buena música.  Esa noche, como muchas otras, el aire se llenaría de solos, trinos, melodías y voces, pues en ocasiones la Banda acompañaba a solistas de máxima calidad como Alina Sánchez, quen fuera descubierta por el otrora director de la entidad, Maestro Gonzálo Roig, y tantos otros.  El programa del concierto siempre incluía obras clásicas nacionales e internacionales, incluyendo  marchas, suites, pasodobles y hasta danzones. No olvidaré jamás la interpretación de la misma en el Teatro Mella de la Rapsody in Blue de Gershwin, en la que Lorencito (como solíamos llamarle en casa) interpretó el solo inicial. Tampoco, la primera vez que los escuché interpretar La Rebambaramba de Amadeo Roldán, IMPRESIONANTE.  

Durante muchos años tuve a bien compartir con los 'bandidos' no sólo los martes y los jueves, en el Parque Central, sino que a raíz de mi nombramiento como Directora de la Galería del Cerro y con la creación de las famosas 10 instituciones, me los llevé a muchos de ellos a integrar la Banda Municipal del Cerro, ofreciendo sus actuaciones lo mismo en Romay 105 que en el Parque de Palatino, en el otrora Museo del Cerro o frente a la ya no existente biblioteca 'Domingo del Monte' o en cualquier otro centro  de trabajo o de estudio del municipio en que los programaran.

A finales de los años '70, con motivos de un Aniversario de la institución, se abre un pequeño museo en el local que ocupan al fondo del Conservatorio Nacional, en el cual muchos de sus integrantes ejercen como profesores, e incluso se les brindan homenajes diversos, incluídos la publicación de la historia de la entidad, en cuya elaboración trabajamos los dos.  La banda que se inició como Banda de la Policía allá por 1899, y que con el transcurrir de los años adoptaria diversos nombres hasta llegar al actual, ha sido merecedora de premios nacionales e internacionales, y ha estado dirigida por prestigiosas personalidades como Guillermo Tomás Boufartigue, su iniciador , el ya mencionado Gonzálo Roig, con la que estrenara su memorable zarzuela 'Cecilia Valdés', Manuel  Duchesne Morillas, Arturo Bonachea, Eduardo Ramos entre otros.  Participa la institución en múltiples eventos desde recibimientos a personalidades internacionales, ferias, exposiciones y festivales de bandas, así como giras nacionales.  Su plantilla la integran 74 músicos de la más alta calidad, pues ser 'bandido' requiere una alta calificación musical, ya que apenas hay tiempo para hacer los montajes y la lectura a primera vista debe ser una característica esencial de sus instrumentistas.  Es una magnífica escuela de músicos y a la vez, formadora de profesores de primera línea. Su  calidad es reconocida en todos los rincones del mundo y, debido a ello, fue invitada a dar un concierto durante el FIT Cuba 2016.

Infortunadamente, nuestro matrimonio cesó por motivos varios, pero por muchos años continuamos siendo buenos amigos, y para mis hijos fue como un padre y un hijo para mis padres, hasta su repentina muerte en los años 90.  Agradezco a esta relación el lugar que ocupa en mi vida la Banda Nacional de Conciertos, de la que mantengo los mejores recuerdos y conservo aún gratas amistades, como la del maestro Corrales. Sólo le pido a la vida que me dé suficiente salud para en un momento no muy lejano pueda disfrutar ,una vez más, en sus lugares habituales las magníficas interpretaciones de esta gloriosa institución musical cubana.


3 comentarios:

  1. No hay duda de su apego a la cultura, esfera en la que al parecer la música ocupa espacio preponderante. Bella la nueva entrega en la que al mismo tiempo que nos habla de sus pasiones sentimentales pone en el sitio que le corresponde a una de las instituciones musicales mas importantes de la Isla. Felicidades.

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  2. ¡Qué lindo Cary! Creo que tienes que escribir tus memorias con todas las de la ley. Ahora cuéntame a mi solita por qué se separaron porque esto parece un amor de novela. Magistral como siempre amiga. Un abrazo...

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  3. Bellos y tristes recuerdos, me emociona tanto y me imagino lo talentoso que era su esposo bueno tal para cual, por algo compaginaron ya que ambos son de cultura amplia.

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