domingo, 25 de octubre de 2015

¿Creer o no creer?...casos y cosas insólitas

Por diversas razones, mi formación personal ha tenido un carácter mas bien escéptico.  Sin embargo, el afrontar diversos acontecimientos a lo largo de mi vida me han hecho pensar que existen cosas más allá de toda explicación racional.  Y , como casi siempre sucede:  "Al que no quiere caldo, tres tazas".

Mi niñez, bastante placentera, no estuvo exenta de momentos en que sin duda alguna, tomó parte activa mi Angel Guardián.  A los nueve meses, fecha en que ya caminaba  con bastante soltura y teniendo las piernas enyesadas por terapia correctiva, me las agencié para subirme a la azotea de la casa .  Estando casi al final de la misma y  en un giro inesperado, me vi rodando escaleras abajo ante la mirada atónita de mi madre y mi cuidadora. Pero cual no sería su sorpresa al percatarse de que, a pesar de la aparatosa caída, no tenía ni un arañazo.   Otro tanto ocurrió cuando, al cumplir los 3 años de edad, me subí al Hudson propiedad de mi padre por aquel entonces. Y, nadie sabe cómo, puse en marcha el auto. En el interior del mismo me vi  yendo calle abajo hasta el Hueco (55 y 80)   y por mucho que corrieron no pudieron alcanzarme hasta que el auto paró por si solo al embarrancarse...¡Menudo susto! pero , de nuevo, milagrosamente salí indemne.  

Ya mayorcita, en el año 1954, mis padres decidieron hacer un recorrido por el mundo y me llevaron con ellos.  Durante nuestra estancia de verano en USA, fuimos a visitar el Parque de Diversiones de Long Island y, como casi siempre pasa, ante la menor distracción de mis padres, me puse a andar y, me perdí en la multitud.  Mis padres angustiados pidieron ayuda a la policía, quienes me encontraron tranquilamente sentada en la arena jugando con la arena, como acostumbraba a hacerlo en las playas de mi Cuba.  Pero esta vez fue diferente.  Mi madre reaccionó muy alterada. Me imagino que por el grado de tensión al que estuvo sometida.  Y me puso las posaderas al rojo vivo...Lógicamente, aprendí la lección, pero no dudo ni por un momento que en  este caso también intervino mi Angel de la Guardia.

Siendo una adulta me he visto envuelta en episodios a los cuales no he podido dar una explicacion más allá de lo inexplicable.  Incluso he llegado a pensar que voy a saber cuál será el ultimo día que vea la luz del sol ( y no por las cataratas),

Me imagino que no soy la única a la que le han sucedido cosas como éstas, pero aún así, su existencia sigue siendo un enigma para mí.  Desde muy joven comprendí que algo fuera de lo normal me sucedía porque, no más pensar en alguien a quien hacía algún tiempo no veía o no sabía de él, era motivo suficiente para que durante ese día recibiera o bien una llamada o bien su visita.   Incluso, durante mi 4to matrimonio, mi esposo y yo teníamos una confianza infinita el uno en el otro, a tal punto, que pocas veces nos preguntábamos sobre nuestros compromisos durante el día o la noche.  Sin embargo, para mí esto no era  un problema, porque bastaba media vez que pensara en él, para que me lo encontrara en los lugares más disímiles sin que yo lo esperara y sin que él se diera cuenta. (Que conste que no lo estaba espiando jaja)

Estas percepciones fueron yendo a más, y un día, durante mi 6to matrimonio, estaban conversando en la sala de mi casa una amiga y mi esposo.  Yo estaba en la cocina preparando un café.  De pronto, me asomo y les digo: "Va a sonar el teléfono.  Es Fulano...Va a decir tal cosa.  Respóndanle esto otro" y no habia terminado mis palabras cuando sonó el teléfono y todo sucedió como les había dicho.  Se quedaron que no sabían que decir.   Fue algo inesperado.  Jamás pude darles una explicación.  Simplemente, sucedió.

  En otra ocasión, estábamos sentados unos amigos y yo en la sala jugando dominó y les conté que habia soñado que alguien (una figura femenina, tal vez una orisha) me había comunicado que el bebé que traía la esposa en su barriga era una niña, que nacería tal día, a tal hora, que pesaria tanto, que debía nombrarla de tal modo y que yo debia ser su madrina. Todos me miraron de forma incrédula.  Pasaron los meses y otro dia, que también estaban en mi casa compartiendo, le entraron unos dolores bajo vientre a la esposa.  Yo les dije que no se preocuparan, que aún faltaban dos días para la fecha que me habían dicho.  Ellos, temiendo lo peor, decidieron ir a Maternidad de Linea.  Cuando llegaron, el médico que los atendió les explicó que aún no estaba de parto pero, que prefería dejarla ingresada por si acaso.   Dos días después, tal como me habían vaticinado, tuvo lugar el parto a la hora referida y la niña, tenía casi el consabido peso al nacer.  Les recordé, cuando fui a visitarles, que debían cumplir con el resto de la profecía.  El día del bautizo, me enteré que habían decidido que la madrina fuera su hermana pero, que yo podría ser la madrina de brazos y en cuanto al nombre, no se lo pusieron oficialmente, pero cuando el cura comenzó a decir el nombre yo agregué el que faltaba.  Dicen los creyentes que la desobediencia se paga cara y, desgraciadamente en este caso fue así.  Los padres, que mantenían una preciosa relación, se divorciaron y la niña, sufrió ampliamente a causa de esa separación.

Aunque este suceso no tuvo un final feliz, al menos no fui la portadora de noticias tan terribles como sí había sucedido un tiempo antes.  

Durante el primer año de mi 7mo matrimonio, yacíamos mi esposo y yo en la cama durmiendo cuando de pronto me desperté muy sobresaltada.  Me giré hacia él y le dije: "Va a sonar el teléfono, cógelo, es para tí. Te espera una mala noticia"  Efectivamente, a los pocos segundos sonó el timbre.  Era su hermana que quería informarle que su sobrino había sido agredido, lo estaban operando pero, estaba en estado crítico. Ante su reacción, no quise comentarle que había tenido un sueño en el que había visto, como espectadora, a las mujeres de su familia todas de luto riguroso saliendo de un portón de estilo sureño y encaminándose hacia lo que parecía una sepultura bajo un árbol muy frondoso.  En el sueño, me giraba y ante mí aparecía un vendedor ambulante de bollitos de carita que intentaba venderme alguno.  Dije no y me desperté.  Una vez que mi esposo se marchó al hospital, llamé a un amigo y le pregunté sobre el significado del sueño.  Este me respondió que soñar con comida y sobre todo, con bollitos de carita, significaba muerte.  Y resultó cierto.  El joven no sobrevivió a la operación. Fue un suceso muy doloroso para familiares y amigos y me llevó mucho reponerme por haber sido portadora de tan nefasta noticia.

Después, he tenido otras experiencias que podríamos nombrar como "sobrenaturales", pero ninguna con tan terribles consecuencias como la antes referida.  Y todo ello me ha llevado a reflexionar sobre mi escepticismo, pues como decía Santo Tomás, ver para creer o vista hace Fé  y en mi caso, como ya dije antes, al que no quiere caldo, tres tazas.

Una vez más, agradezco vuestro tiempo y vuestra paciencia.  Ah, y tambien, vuestra amistad.

Hasta la próxima.  Feliz Domingo.


  

6 comentarios:

  1. Una vida plagada de sucesos ,buenos y malos.Que los recuerdes tan vivos en la memoria,eso si....es sorprendente,un abrazo.....

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  2. Asombroso pero súper interesante y pues que decir de lo sobrenatural, suele pasar. Su blog me tiene un poco intrigada y pensativa, saludos y gracias.

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    1. Me gustaría saber el por qué...son sólo mis recuerdos no hay segundas intenciones...sólo compartir todo lo que tengo en mi cabecita y que no me deja en muchas ocasiones dormir hasta que no lo plasmo en blanco y negro , solo eso

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  3. Tony Reyktor escribio en mi chat: "Interesante! Me sorprenden tus sueños. ¿Qué es, un enigma que sólo poseen personas pegadas a los diosses? No todo el mundo tiene ese don de vislumbrar el futuro. Te felicito tambien por la técnica narrativa em-pleada en tu narración, objetividad y credibilidad en lo que dices es un sello pegado a tu historia. Felicidades!

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    1. Tony, muchas gracias por tus palabras...pero creo que es simplemente algo que sin otra explicación me ha sucedido en varias ocasiones....y me agrada te gusten mis narraciones....espero seguir ofreciendolas y compartirlas


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    2. Eso es que tienes un Don, que te hace poderosa. Sí que eras muy traviesa cuando niña. Muchas Gracias. Me ha encantado.

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