domingo, 1 de noviembre de 2015

Mis Santos Inocentes de Alturas de Belén

Son las diez de la mañana.  Enciendo el televisor para disfrutar por enésima vez de mi serie favorita"Mujeres Desesperadas"  Hoy, es el último capítulo y cuando termino de verlo me percato de que por primera vez cobra sentido para mí aquella frase que una vez oí:  "Qué solos nos dejan los muertos"

 Y, me imagino como Susan. dando una última vuelta al reparto en el que transcurrieron los primeros 62 años de mi vida.

Subo por 78  y  antes de doblar la esquina de 55 escucho a mi amiga Victoria interpretar al piano una de aquellas melodías tantas veces compartida, mientras en la acera de enfrente están mis queridos Nora y Lavin, preparando, una vez más, los bultos de su próxima permuta.  No más doblar la esquina, está Doña Vicenta, como siempre, toda vestida de negro sentada en su blanco sillón.  Desde allí, contempla a su hija Amalia regar las plantas y a su yerno Jaime sacarle brillo a su super cuidado Opel rosa.

Sigo mi camino. Doña Encarnación,  en su portal,  espera el regreso de su marido que es taxista y de su hijo Evaristo.  Mientras, desde detrás de la reja de la ventana su nuera Clotilde contempla la escena y me da las buenas tardes.  Justo antes de llegar a mi casa, sale a mi encuentro Isabel con una bandeja de sus exquisitos tamales y me invita a probarlos.  Alzo la vista y me percato que desde el pasillo superior Lina observa a Carlos conversar con Coro a la espera del retorno de su marido, Tico.

Ante la escalera de mi casa, me aborda Héctor y me invita a que opine sobre su obra más reciente , y observo que Norma está enfrascada en devolver a una muñeca su look original.  Cuando logro llegar a mi casa, saludo a mi padre que está frente a su mesa.  Ejecuta un proyecto para algún vecino.  Mi madre, a su lado , no cesa de darle al pedal de su querida máquina de coser.  Me pregunta cómo me fue el día y si ya Lorenzo regresó.  Acto seguido cojo la libreta, me llego a la bodega y saludo al viejo Alfredo,a Roberto y a Victor, los bodegueros.  Detrás de mí escucho una voz que dice: "Todos los pájaros comen arroz y el totí carga la culpa".  Me viro y veo a Pastora avanzar con sus muletas en compañía de su hijo mayor, recién llegado de USA.
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De regreso , me topo con Mirta que barre la calle y le pregunto por Villita y por Teté.  Justo  en  ese momento  llega Beto en su bici y le recuerdo que tenemos dominó a las tres.  Al llegar a casa me doy cuenta que debo pasar por la  de Toñita a recoger unas camisas.  Salgo y saludo a Carlos y a Blanquita, que se solazan en su portal.  Ese mismo portal donde, años más tarde, Irene dará de voces a su nieta y la otra Irene se sentará a coger el sol en sus piernas.  Atravieso la calle y me tropiezo con Pirolo que acaba de llegar de sus clases de química.  Saluda a Edilia que espera el regreso de su nuera de España a la vez que su suegro, Miguel, baja la escalera maletín en mano para intentar arreglar el viejo Admiral de mi papá.

Nuevamente en casa, pienso que debo saludar a Doña Macusa.  Me llego hasta su casa justo a lado de la de Martha y de Nelsito. Sentadas en el salón nos llega, como un eco, el sonido de las piezas que interpreta Hortensia. Ante mi, surge la imagen de Jesús, ese joven bombero que en una noche de juego perderá a la ruleta rusa.  Y no tendrá la oportunidad de conocer a  aquel otro joven que, durante su Servicio Militar Obligatorio, ofrecerá su vida por salvar la de otros y de quien su abuelo Moré estaría siemmpre orgulloso.

De vuelta a casa, observo que Julio está en su portal vigilando su camión, temeroso de que  Ezequiel le dé un golpe con su rastra.  Escuchamos el sonido inconfundible de la super-casetera de Luis que viene por la acera y a quien Marta le brinda su mejor sonrisa.  Albertina observa benevolente la escena, aunque un poco preocupada por la tardanza de Ochoa y porque no ha visto en todo el día a su vecina Zaida.

Sentado en el escalón del pasillo me encuentro con Chala, le pregunto por Migdalia , la jimagua y por Zenaida.  Patria, desde la otra acera, se pelea con los chicos de la cuadra ante la mirada aprobatoria de Rosa y de Emma.  Se acerca Linares al grupo para invitarlos, a todos, a la próxima sesión de trabajo voluntario.

Veo a Victor, el marinero y le recuerdo que él , Delia y yo tenemos un compromiso para nuestro ya cercano cumpleaños : la comida va por mí pero, la bebida va por él.

Por fin, ya en casa, me siento en mi portal y contemplo a todos y cada uno.  Guardo en mi memoria incontables recuerdos y vivencias en las que todos y cada uno ha jugado un importante papel. A todos he brindado un lugar en mi mente y en mi corazón.  Se que no están todos los que lo merecen y por ello, pido mil disculpas.

Poco a poco, sus figuras se desvanecen, y entonces llego a comprender  lo solos que nos dejan los muertos.







13 comentarios:

  1. Pero nos damos cuenta,con el tiempo.........

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  2. Así es la vida. En mi barrio también sólo quedan pocos de le edad de mi madre, que es la misma que la tuya, y de vez en cuando cuando hay estos días grises de lluvia y niebla, me retrotraigo la memoria y recuerdo los pasajes de mi vida con cada uno de ello. Comosiempre te digo. Me ha gustado mucho,. Gracias!!

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  3. Precioso cuantos recuerdos.... Mágico

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  4. David Rodriguez escribio en mi chat...."Amiga, no tengo las suficientes palabras par calificar esta entrega. Sólo atino a decirle , con toda sinceridad, que cada dia escribe mejor. La felicito.

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  5. Muchas gracias a todos por sus comentarios...espero comprendan que me era necesario traer a estas memorias a aquellos seres que no están aún realmente muertos pues perduran en nuestro recuerdo...

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  6. Me ha encantado , recuerdo a muchos de los que mencionas, por unos minutos caminé junto a ti por mi querida Alturas de Belén, gracias por este y los escritos anteriores, siempre te leo.

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  7. Pues sí, hasta para escribir tienes ese don, esa magia, que te envuelve a seguir leyendo más y más. Hasta para eso tienes gracia. Así que Muchas Felicidades por esta cualidad que te caracteriza.

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  8. Es tan bello recordar... Lo mejor de todo es saber que compartimos momentos grandes y tener en cuenta que un día nos volveremos a encontrar.

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  9. Como siempre, muy acertada su publicación y yo fascinada leyendo, bien por su blog

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  10. Excelente, muy bien redactado y muy interesante tema.

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  11. MUY BUENO, CARY, COINCIDO CON ALGUIEN QUE ESCRIBIO DICIENDO QUE CADA DIA ESCRIBES MEJOR. FELICIDADES.
    AH!, Y QUE BUENA MEMORIA TIENES.

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  12. Pues bueno Puchita aquí me tienes llorando a moco tendido. ¡Qué solos nos dejan los muertos! Pero ten mucho cuidado porque los recuerdos matan. Bello como siempre mi dulce Pucha.

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  13. Pucha admiro el don que tienes para meternos en tus relatos y lograr casi que los vivamos. Un abrazo fuerte.

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