domingo, 31 de julio de 2016

De cines, conciertos, festivales....y algo más 3ra parte.

Salgo como un bólido de mi clase de checo en la escuela de idiomas de 5ta y H, en el Vedado... llego tarde a mi primer día de clases en el Curso para Trabajadores en la Facultad de Artes y Letras de La Habana.  Sólo me quedan 10 minutos para que cierren la puerta del aula, por suerte soy la número 168 en la lista y arribo 'just in time' para decir:  PRESENTE.  Miro a lo largo y  ancho del recinto en busca de un pupitre vacío y, allí lo veo, justo detrás de un chico alto, moreno, bien parecido cuya cabeza me impide ver la pizarra y al profesor.  Este habla algo de los monos platirrinos o catirrinos, pues es el de Historia I y yo sólo atino a pedirle a aquel gentil chico que o se cambiaba conmigo o se bajara un poco en el asiento. Optó por lo segundo.

Al terminar el turno, se acercó a mí, intercambiamos algunas palabras y me preguntó si tenía prisa.  Yo le dije que no, que mis padres se encargaban de cuidarme los muchachos y que podia quedarme un rato, no mucho, pues mi viaje de regreso en el autobús 20,  Ceiba-Vedado, duraba casi una hora y mañana debía trabajar.  Me acompañó hasta la parada frente al hospital Calixto Garcia, y allí sentados en el banco conversamos un ratito.  Me dijo que era músico, clarinetista y que tocaba en la Banda Nacional de Conciertos.  Y, así fue como empezaron dos de mis relaciones más importantes, la que sostuve con Lorenzo, que se convertiría en mi 4to esposo unos meses después y que duró casi 15 años (la más larga de todas) y ese fenómeno musical que es la Banda Nacional de Conciertos de Cuba.

Las clases eran diarias, de 7 a 11 pm, asi que cuando salíamos o no teníamos algún turno ocupado nos ibamos a comer o a conversar a algún sitio cercano.  Supe que había sido militar,(de ahí su carácter reservado), que le gustaba la caza submarina, aficionado a la fotografía, que su padre habia sido el dueño de las dulcerias La Liana, que sabía cocinar, sobre todo dulces, pero que él no los comía, que no fumaba y apenas bebía alguna que otra cerveza, que era divorciado, tenía una hija (que se convertiría en clarinetista igual que él), que en su casa todos eran músicos: su madre habia sido pianista de 'tanda de cine', su padre trompeta en la banda de Camagüey (de alli eran), y su hermana pianista concertista, pero que al graduarse, como lo había hecho por complacer a su mamá, colgó el título en el salón y  se olvidó del mismo. Que tenía unos amigos que criaban 'pollos plymouthrock', entre ellos el ex-timonel del yate Granma, Norbero Collado que devendría un muy buen amiigo mio, y en cuya casa tuve la oportunidad de comer el mejor arroz con quimbombó que he probado en mi vida.

Y, me invitó a uno de sus conciertos.


Eran las 8 de la noche de un martes, llevé a mis hijos y nos acomodamos en las sillas que situaban al efecto en los jardines del patio del Palacio de los Capitanes Generales donde tendría lugar el concierto.  Allí tuve ocasión de hacer, a la vez, dos de mis actividades preferidas:  visitar el museo y escuchar buena música.  Esa noche, como muchas otras, el aire se llenaría de solos, trinos, melodías y voces, pues en ocasiones la Banda acompañaba a solistas de máxima calidad como Alina Sánchez, quen fuera descubierta por el otrora director de la entidad, Maestro Gonzálo Roig, y tantos otros.  El programa del concierto siempre incluía obras clásicas nacionales e internacionales, incluyendo  marchas, suites, pasodobles y hasta danzones. No olvidaré jamás la interpretación de la misma en el Teatro Mella de la Rapsody in Blue de Gershwin, en la que Lorencito (como solíamos llamarle en casa) interpretó el solo inicial. Tampoco, la primera vez que los escuché interpretar La Rebambaramba de Amadeo Roldán, IMPRESIONANTE.  

Durante muchos años tuve a bien compartir con los 'bandidos' no sólo los martes y los jueves, en el Parque Central, sino que a raíz de mi nombramiento como Directora de la Galería del Cerro y con la creación de las famosas 10 instituciones, me los llevé a muchos de ellos a integrar la Banda Municipal del Cerro, ofreciendo sus actuaciones lo mismo en Romay 105 que en el Parque de Palatino, en el otrora Museo del Cerro o frente a la ya no existente biblioteca 'Domingo del Monte' o en cualquier otro centro  de trabajo o de estudio del municipio en que los programaran.

A finales de los años '70, con motivos de un Aniversario de la institución, se abre un pequeño museo en el local que ocupan al fondo del Conservatorio Nacional, en el cual muchos de sus integrantes ejercen como profesores, e incluso se les brindan homenajes diversos, incluídos la publicación de la historia de la entidad, en cuya elaboración trabajamos los dos.  La banda que se inició como Banda de la Policía allá por 1899, y que con el transcurrir de los años adoptaria diversos nombres hasta llegar al actual, ha sido merecedora de premios nacionales e internacionales, y ha estado dirigida por prestigiosas personalidades como Guillermo Tomás Boufartigue, su iniciador , el ya mencionado Gonzálo Roig, con la que estrenara su memorable zarzuela 'Cecilia Valdés', Manuel  Duchesne Morillas, Arturo Bonachea, Eduardo Ramos entre otros.  Participa la institución en múltiples eventos desde recibimientos a personalidades internacionales, ferias, exposiciones y festivales de bandas, así como giras nacionales.  Su plantilla la integran 74 músicos de la más alta calidad, pues ser 'bandido' requiere una alta calificación musical, ya que apenas hay tiempo para hacer los montajes y la lectura a primera vista debe ser una característica esencial de sus instrumentistas.  Es una magnífica escuela de músicos y a la vez, formadora de profesores de primera línea. Su  calidad es reconocida en todos los rincones del mundo y, debido a ello, fue invitada a dar un concierto durante el FIT Cuba 2016.

Infortunadamente, nuestro matrimonio cesó por motivos varios, pero por muchos años continuamos siendo buenos amigos, y para mis hijos fue como un padre y un hijo para mis padres, hasta su repentina muerte en los años 90.  Agradezco a esta relación el lugar que ocupa en mi vida la Banda Nacional de Conciertos, de la que mantengo los mejores recuerdos y conservo aún gratas amistades, como la del maestro Corrales. Sólo le pido a la vida que me dé suficiente salud para en un momento no muy lejano pueda disfrutar ,una vez más, en sus lugares habituales las magníficas interpretaciones de esta gloriosa institución musical cubana.


domingo, 24 de julio de 2016

De cines, festivales, conciertos ...y algo más 2da parte

Me levanto muy animada, son las 8 de la mañana y debo darme prisa o llegaré tarde.  Mi amiga Marta toca a la puerta y cuando me asomo al balcón, veo a mi vecina Ada, con su jaba preparada diciéndome:" Nos vemos por ahí".   Cómo no nos vamos a ver si hoy prosigue, después de una Gala inaugural a la altura del mismo en el cine Chaplin, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano 2009.  Por el momento, es el último de estos eventos que  podré disfrutar pues, a principios del próximo año marcharé a España a reunirme con mis hijos y nietos por un tiempo ( En aquel momento no sabía que esta ausencia duraría más de cinco preciosos años).

Me visto después de una reconfortante ducha tibia, cojo mi cartera, echo el cerrojo y nos vamos, no sin antes chequear que llevo en el mismo el dinero y el "pasaporte" correspondiente (Es  el que se compra para poder asistir a todos los eventos del Festival y que cuesta unos 50 pesos MN).  Nos vamos hasta la Ceguera para capturar un "almendrón" que nos lleve hasta el cine Yara, donde la primera función comienza a las diez de la mañana, al igual que en el Payret.  Una vez allí, hacemos una de las tan inolvidables colas, entramos y nos compramos unos paqueticos de galleticas de fresa y chocolate que llevan el nombre de Festival, y que he podido seguir disfrutando aqui en España, y ya estamos listas para sentarnos en nuestras respectivas lunetas para disfrutar de la peli seleccionada, y mientras no se apagan las luces nos dedicamos a leer la Cartelera del Festival y a seleccionar la próxima tanda y el cine al que acudiremos a la tanda de las 2pm, pues por lo general a las 12pm nos vamos a la sala "J.A.Saco" en la Colina universitaria, donde las funciones son gratuitas y ponen una muy buena selección de títulos. Aunque existen funciones incluso a las 12 de la noche, no acostumbro a acudir a ellas porque casi siempre tengo que regresar temprano a casa.

Apenas si nos da tiempo a comernos una pizza en los alrededores y coger otro almendrón para irnos hacia la proxima función, bien en el Acapulco, donde casi siempre ponen ciclos fuera de concurso al igual que en el cine La Rampa o al Ambassador, el cual está en pésimas condiciones, pero ponen buenas películas (aunque no siempre), o al cine de la Fundación (donde en su momento filmaron aquella extraordinaria película cubana "Los Sobrevivientes que se convertiría en un clásico del cine cubano), un precioso espacio rodeado de una exuberante naturaleza en cuya cafetería es posible degustar un exquisito té, que justifica la ida a paraje tan lejano, o al cine Trianon para disfrutar del cine independiente norteamericano de bajo coste pero muchísima calidad. Y así hasta la tanda de las 10 de la noche que para nosotras era el tope.

Realmente, esos días la ciudad de La Habana se convierte en la capital de los cinéfilos y personalidades del cine latinoamericano e independiente del mundo entero y es posible encontrarse por sus calles con personajes muy varipintos del mundo del cine, el arte y la cultura desde Harry Belafonte hasta Moore y de R.Redford a María Rojo sin contar a las "estrellas" del patio (todos los que de una forma u otra colaboran en la realización de este nuevo cine latinamericano y del Caribe) con los cuales es posible compartir en el "mundano" sitio de 12 y 23, Fresa y Chocolate.  

Durante este período es posible adquirir posters de las películas del patio (muchos de ellos de mi inolvidable amigo Muñoz Bachs, cuya primera expo personal tuve a bien promocionar en la Galeria del Cerro allá por los años 80), comprar los números (últimos y atrasados) de la Revista de Cine Cubano e incluso algún que otro souvenir; disfrutar de sus actividades culturales colaterales, desde conciertos en los jardines del Hotel Nacional (sede del Festival), exposiciones transitorias en diferentes lugares incluídos los lobbys de algunas de los salas de proyección, funciones de danza en el Teatro Nacional o el Karl Marx, actividades colaterales en museos, teatros, parques, lanzamientos de libros, de CDs, DVDs y cuanto formato exista de exponer las obras, tanto de esta edición como de las anteriores.

Desconozco el por qué, pero cayera el día que fuera, el Festival daba comienzo el día 3 de diciembre (esperando el 4, día de Santa Bárbara o Shangó), así que muchos salían directamente del bembé al Festival.  (Este año tengo entendido que comenzará el día 8 de diciembre, tampoco sé el por qué).  De todos modos, mientras estuve activa como trabajadora esa quincena era sagrada, vacaciones obligadas, porque esa fiesta del cine no me la podía perder.  Poder conservar fresco en mi memoria el recuerdo de películas que me impresionaron profundamente como "Ciudad de Dios"(2002), Suite Habana (2003), y, aunque la vi posteriormente en España y no en el Festival, "Conducta" (2014) y también de la talla de "Dog City", entre otras, me han servido para tener una vision muy diferente del mundo a la que tenía antes de su disfrute y análisis.  

Que el Festival es un medio de promocionar los valores artísticos y culturales y la reafirmación de nuestra identidad cultural, no me cabe duda, pero para mí , al igual que para una gran parte de los cinéfilos cubanos y muchos latinoamericanos, es la oportunidad de "ponerme al día" con una parte importante de la cinematografía de nuevo tipo en buena parte del mundo, y por todo ello, doy gracias a todos aquellos que una vez hace más de 30 años, en Mar del Plata dieron su aporte para que se hiciera realidad este sueño del Nuevo Cine Latinoamericano, y que no sólo colaboraron en el desarrollo de la producción del mismo sino que llevó a la Creación de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, la cual está considerada entre las mejores y a la que acuden constantemente cineastas y demás personal de todos los rincones a aportar sus conocimientos a los que allí se forman.

Por todo ello, muchas gracias a todos los implicados y ojalá pueda, en un momento no muy lejano, volver a disfrutar de alguna de sus entregas, no sin antes invitarles a que Uds. también disfruten de La Habana en Festival.

domingo, 17 de julio de 2016

Un mundo de paz y amor es siempre la mejor opción.

Amigos míos...una vez más me toca dar gracias a todos los que me extienden sus mantos protectores, no sólo los nombrados sino todos los que se han convertido en Guardianes de los míos.

Vibran aún en nuestras mentes los últimos impactantes sucesos ocurridos en Niza y en Turquía.  A punto estuvo mi familia de ser tocada por la fatalidad y, hoy en vez de estar celebrando los 18 años de mi nieto Emrys, quien sabe lo que estaríamos haciendo.

Hace tan sólo unas horas, estando mi hijo Raúl frente a la televisión mirando las noticias de última hora, salió corriendo en busca del teléfono y marcó el número de su hermana Giselle. No se sintió tranquilo hasta que escuchó su somnolienta voz contestando:¡ Hola!

El motivo de su angustia:  su hermana reside a sólo unos metros del Paseo Marítimo de Niza, lugar de uno de los más escalofriantes sucesos de estos últimos días.  Y, además, por ser bailarina le tocaba participar en un espectáculo dentro de las actividades por la celebración de la fecha histórica francesa. Tomaría parte en un pasa-calle a lo largo de la referida avenida junto a los demás miembros de la compañía danzaria donde labora.  Pero, por esas cosas del destino, a última hora cancelaron dicho paseo por considerar que no se avenía muy bien con el carácter patriótico de dicha efeméride.  Y, como estaba sumamente cansada, ni siquiera había bajado a ver los fuegos artificiales.  Todos dimos gracias a todos los Santos. 

Me resistía a pensar que éstas serían las imágenes de Niza que quedarían grabadas en mi memoria y que borrarían aquellas que hasta ese momento guardaba de muy gratos recuerdos de mi infancia.  De cuando en aquella gira memorable a través de una parte del viejo Continente, vería en su playa , por primera vez, una mujer bañarse desnuda, cambiándose allí a la vista de todos; yo no entendía cómo podía bañarse en aquella agua si yo, en pleno agosto, llevaba puesto un jersey de mangas largas.  También cambiaría mi recuerdo, tan grato, de nuestro andar por el Paseo de los Ingleses a todo lo largo de la playa, casi en las mismas condiciones actuales, constatando que era muy largo y tenía palmeras a ambos lados del boulevar.

 Me siento identificada con el dolor de los familiares de las víctimas y a la vez, indignada por el horror causado  por aquellos que quieren vernos sufrir.  Pero doy gracias a los que nos protegieron de tamaña desgracia.

Mas, como nunca falta un roto para un descosido, unas horas más tarde conocimos del Golpe de Estado en Turquía y de nuevo se nos subió el susto al cuerpo:  nuestra sobrina Kathy, integrante de otro cuerpo de baile cubano, se encuentra de gira por el referido país.  Y, de nuevo a intentar localizar a un familiar por motivos que `ponen la piel de gallina a cualquiera.  Oíamos en las noticias el número de fallecidos y de heridos, de los bombardeos y toda esa incertidumbre que se forma en situaciones como ésta.  Intentamos por todos los medios localizarla pero las comunicaciones estaban interrumpidas, y aquello se nos iba de las manos.  Por fin, gracias a Messenger y el Facebook, logramos ponernos en contacto con ella, estaban todos bien y, en el lugar donde ellos se encontraban, todo permanecía en calma.  Ya ella había contactado con su familia en La Habana y les había dicho que se encontraban bien.

Es realmente lamentable que por motivos tan inverosímiles se llenen de luto y dolor tantos familiares y amigos.  Tenemos que unirnos todos y levantar nuestras voces en contra de tanta barbarie y pedirles a todos los que pueden ayudarnos a que nos den fuerza para luchar fuertemente y unidos contra todo aquello que quiere aniquilarnos. 

 Un mundo de paz y amor siempre es la mejor opción. 



domingo, 10 de julio de 2016

De cines, festivales, conciertos y...algo más

La Habana, esa increible ciudad que ha sido electa "Ciudad Maravilla", es, ha sido y será parte integral de mi existencia.  En sus 15 municipios han tenido lugar la mayor parte de los eventos que se han convertido en mi mayor tesoro: mis recuerdos. Y una parte de ellos quisiera, amables lectores, compartir hoy con uds., una vez más.

El cine ha ocupado entre mis lugares de ocio preferidos, sitio preferente.  Desde muy pequeña asistía entusiasmada a las tandas infantiles que ofrecía el "Cinecito (hoy "Pionero")  y en cuya pantalla se movían haciendo de las suyas las figuras del Pato Donald, sus tres sobrinos, Rico McPato y su novia Daysi (después supe que su nombre significaba Margarita en inglés), el Pájaro Loco, las Urracas parlanchinas, Tribilín, Pluto, Porky Pig, en fin, toda la gama de personajes de los "muñes" y de los cuentos como Cenicienta, Blanca Nieves y los siete enanitos, La Bella Durmiente y muchos más producto del laborioso trabajo de los estudios Disney, Looley Tunes y otros más.

Pero no era este cine el único que ocupaba un lugar importante en mi agenda semanal.  Aunque nací en el Vedado, me crié en Marianao, específicamente en Alturas de Belén y como toda barriada que se respetara, tenía su cine de barrio: el Omega (hoy es un local de ensayos de un grupo de danzas, y su estado es lamentable, pero en aquella época hacía las delicias de niños, jóvenes y adultos y en su cafetería podías deleitarte con las "chuches" y bebidas de tu agrado).

  Casi todos los lunes, el chofer del ómnibus escolar debía, a las 4 y media de la tarde, dejarme frente a la puerta del referido cine, donde me esperaría mi madre en compañía de alguna amiga o de mi abuela Angelina.  Era el Dia de las Damas, la entrada de las mismas se reducía a 10 ctvos de 40 ctvos que costaba habitualmente, y se exhibían películas por lo general argentinas o mejicanas, con abundancia de "sentimentalismo", por lo que no se nos podían olvidar los consabidos pañuelitos ( de encajes o bordados o simplemente pintados) que se llenaban de ese líquido acuoso llamado "lágrimas" con la intrusión de algún que otro incómodo "moquito".  Ese día proyectaban, como era usual en los cines de La Habana, dos películas, una de estreno y otra de relleno, algún que otro documental, un sketch humorístico a cargo de Trespatines o cualquier otro cómico del patio y unos cuantos spots publicitarios.  La mayoría de veces ni me enteraba bien de lo que pasaba en aquella pantalla gigantesca, orgullo de sus propietarios, pero no importaba porque ese día salía con "los mayores".

Los sábados, era otra cosa.  Después de las habituales caminatas por las calles de Galiano, San Rafael y alrededores en las consabidas "tardes de compras" de mi madre , mi padre se reunía con nosotras sobre las 6 de la tarde (hora en que cerraban los establecimientos comerciales) y nos invitaba a mi madre y a mí a la tanda correspondiente del fabuloso cine-teatro "América", ubicado en la propia zona. Aún antes de entrar, no más asomada a las puertas de entrada se percibía aquel grato ambiente que reinaba en su interior. Su estilo Art Nouveau hacía que la sola vista de su impresionante vestíbulo con aquellas sinuosas escaleras a ambos lados me transportara al mundo que yo imaginaba era el de Alicia en el país de las Maravillas; sentada de frente a la pantalla disfrutaba de su escenario flanqueado por balcones que parecían flotar, el rojo cortinaje que adornaba aquel lugar desde donde se proyectaban las imágenes, y cuando miraba al techo me parecía estar bajo una lluvia de estrellas.  Pero el mejor momento era cuando subia y bajaba por sus escaleras interiores que semejaban un laberinto que me conducía a un mundo de ensueño: el Cuarto de Damas (los aseos), donde me sentía como una princesa en su palacio gracias a su delicada decoración, sus sillas, sus coquetas, sus cortinas.

Como colofón de estas salidas en familia, mi padre solía llevarnos a cenar a algun sitio cercano. De todos ellos mi preferido era "El Pacífico" (HAI-PIN-YON), según muchos, incluyéndome a mí, el mejor restaurante chino de La Habana en los años '50-'60, ubicado en la 5ta planta del 516 de la calle San Nicolás, en pleno Barrio Chino,  Cuando el ascensor abría sus puertas se percibía en su totalidad el salón comedor y sus reservados, todo ello decorado a la usanza china, con muebles lacados y pintados, biombos, cortinas y sus mesas redondas o cuadradas para 6 ó 4 comensales y su mesa preparada para banquetes al final.  Las persianas de las ventanas permanecían abiertas por lo que en el interior del salon existía un clima muy agradable producto del paso constante de la brisa marina.  Aquel lugar era como un viaje al continente asiático en pocos minutos. No sólo por la abundancia de objetos de marfil, jade y demás que allí se apreciaban sino porque una vez solicitado el pedido, comenzaban a llegar los exquisitos manjares: las maripositas chinas en su salsa agridulce, las sopas chinas con sus yemas de huevos y profusión de hierbas, y el plato estrella: el arroz frito (en realidad, el arroz frito que se conoce en Cuba ( elaborado a base de arroz blanco, pescado, mariscos, pollo, carne de cerdo ahumado:Cho-Siu, brotes de soja y huevos todo ello aderezado con salsa de soja) no es originario de China sino lo inventaron los chinos establecidos en el Oeste de los Estados Unidos de Norteamérica, y cuando algunos descendientes de aquellos se establecieron en Cuba le añadieron a la receta que traían algunos productos de producción nacional: langosta y otras cosas más.  Mi momento sublime era cuando el camarero con su camisa blanca de mangas cortas y su pajarita negra colocaba frente a mi un par de "palillos chinos" de marfil, con los que aprendí a coger no solo las maripositas sino también el arroz, era la única de los tres que lo hacía, los demás usaban los cubiertos tradicionales.  El final de tan exquisito banquete eran los postres: un delicioso flan o unas calabacitas chinas, seguidas de un té cuyo sabor aun guardo en mi memoria sin haber probado jamás otro igual.

 Pero es que en eso consistía la magia del lugar, en hacerte sentir diferente, como si estuvieras en un ignoto país que semejara a El Edén.  Y es que en "El Pacífico" la relación calidad-precio no tenía rival, nada que ver con lo que se ofertaba en otros lugares de la ciudad, incluidos los pequeños establecimientos de la  Plaza de 4 Caminos a donde se dirigían camioneros, vendedores, y algún que otro noctámbulo a saciar su voraz apetito a altas horas de la madrugada.

(continuará)





domingo, 3 de julio de 2016

¿Es posible la tele-transportación?...Si..., al infinito y más allá

Son las diez y media de la noche, hora a la que dan comienzo la mayoría de mis series favoritas.  Pero, no sé el por qué, I'm not in the mood...para ver ni los CSI, ni los Major Crimes ni siquiera a los Simpson.  Por ello, sin pensarlo dos veces, cojo el mando de la tele y empiezo a hacer zapping...y, de pronto, en un canal que para mí es desconocido: el canal del Real Madrid, surge ante mis ojos la mejor de las sorpresas...están transmitiendo en vivo, en directo y a todo color el concierto -homenaje "Plácido en el alma", en honor al estelar tenor Plácido Domingo.  

En el momento en que me conecto, aparecen en escena, cantando a dúo, el cantante colombiano Juanes y Plácido Domingo.  Interpretan ese inolvidable tango que Carlos Gardel hiciera inmortal en la película del mismo nombre: "Volver" ...que dice así: " Volver, con el alma aferrada a un dulce recuerdo que no ha de volver..." E inmediatamente me sentí "tele-transportada" a esa querida tierra que me vio nacer: mi añorada Habana en mi adorada Cuba. Transportada a aquel increible concierto realizado en la Plaza, a un costado del monumento a nuestro José Marti, hace ya algunos años y que se llamó "Concierto por la Paz", en el que participaron Juanes, Olga Tañón, Los Orishas, Los Van Van entre otros y que conmocionó a nuestros compatriotas por lo que este significaba, y que también fue transmitido por la televisión al mundo entero.

Atrapada por   este monumental espectáculo en el Bernabéu, ya no fui capaz de mover el dial y mucho menos, dejar de disfrutar lo que vendría detrás: la crême de la crême.  Uno tras otro, sin apenas interrupción y guiados por la conducción a ratos de Bertin Osborne y el propio Plácido Domingo, fueron desfilando ante mis ojos las actuaciones e interpretaciones, unas veces como solistas otras, formando duetos de Alejandro Sanz, Alejandro Fernández quien con sus mariachis me trajo a la memoria aquellas noches en aquel restaurante de la avenida 51 en Marianao, en el que mientras saboreaba un delicioso plato de masas fritas acompañado de una abundante ración de congrí, platanos fritos, ensalada de aguacate y alguna que otra Bucanero, se presentaban unos mariachis que no tendrían nada que envidiarle a los que acompañaban a Fernández en su interpretación de "El Rey". 

 Me sentí conmovida por la exquisita presencia del Coro Filarmonía, quienes a pesar de ser un coro de más de 160 voces y, además, aficionados, demostraron su valía al interpretar la canción del filme  "El Rey León": "Circle of Life".¡Madre, mía, qué voces!  Esos solistas parecían venidos de otra galaxia.

Disfruté, igualmente con la escenificación de la "Danza del Fuego" por el ballet Antonio Gades, las que fueron inmortalizadas en su momento en el celuloide por el referido "bailaor" tan amigo de Cuba y cuya estatua, ubicada en el portalón frente al restaurante El Patio en la Plaza de la Catedral, parece prolongar eternamente su presencia en la Isla. A mi mente acudieron las imágenes de mi amiga Asela, que cuando su mamá América interpretaba esta pieza de Falla en el piano de mi casa o en cualquier otro, le provocaba algo así como una especie de ataque epiléptico y la madre tenía que cesar de tocar para correr a reanimarla, aún así, siempre intentaba complacer a mis padres que se la pedían cada vez que nos visitaba, esperando que esa vez Asela no se alterase y América pudiera interpretarla completa, pero era inútil, nunca lo logró y siempre nos dejó con ganas de más.

Continúa el desfile de "estrellas " provenientes de todos los rincones del mundo, y como no podia faltar, hasta allí llegó la representación de los cubanos de la mano de Arturo Sandoval y su trompeta.  De aquel Sandoval que siempre nos acompañará por su genial interpretación de la banda sonora de la mejor película cubana de todos los tiempos (según la critica) VAMPIROS EN LA HABANA...y de la que los cubanos, dondequiera que se encuentran, guardan el mejor de los recuerdos.  Su presencia nos deleitó con un dueto de la canción "Granada" junto a Plácido Domingo.  

Pero, en mi opinión, después de difrutar de las actuaciones de toda una constelación de estrellas como: India Martínez, David Bisbal, Il Volo, Pablo López, el grupo Los Secretos, Malú, Pablo Alborán, el violinista Ara Malikian y muchos otros, el sello de oro al espectáculo lo logró la actuación de Andrea Bocelli con su brillante interpretación de "Nessum Dorma" junto a la orquesta sinfonica del Teatro Real ( que acompañó a todos los intérpretes magistralmente) y el coro Filarmonía ( con acento en la í) que una vez más demostró que el ser amateur puede ser también símbolo de calidad, en cualquier manifestación.

Durante el concierto conocí muchos datos de la vida personal de Plácido Domingo e, incluso, escuché a su hijo Plácido Domingo Jr., quien si bien no alcanza la tesitura de su progenitor, merece mis respetos.

Quiero hacer llegar mi agradecimiento a todos los que hicieron posible que millones de personas en todo el mundo, incluyéndome a mí, pudiéramos disfrutar de un espectáculo de tan excelente calidad desde nuestros cómodos aposentos y que me ha reafirmado en mi pensar de que la música es un magnífico medio para unir a los pueblos y que aún cuando otros se empeñan en demostrar lo contrario, LA VIDA ES BELLA Y VALE LA PENA VIVIRLA.

PD.  Invito a todos los que no pudieron disfrutar de esta maravillosa noche, busquen los videos en Youtube y se den un gustazo.  PLACIDO DOMINGO PARA UN PLACIDO DOMINGO.