domingo, 9 de octubre de 2016

Algo para recordar...las excursiones





Planificar una excursión, para aquél que no está acostumbrado, es todo un reto.  Primero, hay que seleccionar muy bien el lugar pensando en todos los detalles: el transporte a utilizar, la duración de la misma, la heterogeneidad de los participantes, las condiciones del sitio elegido, los lugares de recogida de los excursionistas teniendo en cuenta su diversos lugares de procedencia, así como la hora de recogida en dichos puntos, el clima preponderante en ese día, en fin un sinfín de cuestiones.  Yo, en particular, nunca he preparado una, pero sí he tenido a bien participar en muchas y con colectivos muy variados.

Recuerdo, cuando aún en la primaria ( en esa etapa estudiaba en colegios privados) durante los años 50, las excursiones casi siempre se realizaban a lugares de interés patriótico como el Cacahual,
sitio donde reposan los restos del Titán de Bronce, Antonio Maceo o a la casita de la calle Paula,
donde naciera nuestro Héroe Nacional, José Martí.  También íbamos de excursión a algún que otro lugar de esparcimiento como el antiguo Jardín Botánico, sito en la calle 26 justo al lado del Hospital o al Zoo de 26,
ubicado en dirección hacia la calle 23 por la misma calle 26, donde no sólo podíamos disfrutar de los ejemplares alli expuestos, sino tambien montar en los aparatos del parque infantil o subirnos al trencito que le daba la vuelta al Parque.  O, tal vez, un poco más allá, a los Jardines de la Cotorra,
ubicados en Guanabacoa y, quizás, hasta la Feria de Rancho Boyeros, donde podíamos disfrutar 
de un magnífico espectáculo de Rodeo.

Cuando comencé la Secundaria, ya despues del 1959, las excursiones variaron, y por lo general, íbamos a disfrutar de algún que otro espectáculo teatral vinculado con las clases de Literatura, al menos así era en mi escuela la SB "Carlos de la Torre" de la Ceiba, que primeramente estuvo ubicada en un maltrecho edificio en el entronque de los Jardines de la Tropical en Puentes Grandes
y, más tarde, fue trasladada al antiguo Candler College en la Ceiba.

También, en esa etapa, solíamos ir mis primas Yolanda, Gilda y yo con mi tía Celia a las excursiones que organizaba la OTV (Organización de Trabajadores Voluntarios) que radicaba en la Finca de los Molinos
y donde lo mismo se llenaban bolsitas de polietileno con tierra que se aprendía a fabricar diversos artículos con las fibras del henequén pintado: bolsos, pamelas, cintos, etc. y que ofrecía a su membresía la oportunidad de participar en excursiones a diferentes lugares de interés turístico, como el Valle de Viñales,
Soroa, la Hacienda Cortina, la Ciénaga de Zapata con su aldea taína
y otros más.  A estas excursiones usualmente llevábamos nuestra propia comida, aunque allí también podian ser adquiridas a un precio muy módico.

Más tarde, trabajando en el Ministerio de Cultura, pude participar en excursiones a los Festivales de Varadero, de las cuales guardo un cálido recuerdo, y así mismo, pude disfrutar de estos paseos en grupo mientras trabajaba en Palante.  Recuerdo que en una ocasión fuimos a visitar Niña Bonita y su famosa vaca Ubre Blanca
junto a todo el colectivo: Blanquito, el director; Suárez, el Administrador, los dibujantes y caricaturistas Pitin, Wilson, Val, José Luis, Miriam, la China, y otros más, además de mis amigas Elena, integrante del equipo de paracaídismo nacio nal, quien estaba empeñada en que yo entrara a practicarlo, yo que padezco de vértigo...y mi amiga Marta, la secretaria de la dirección, quien siempre llevaba chucherías para las dos. Estando allí pudimos compartir con su propulsor, Ramón Castro, el cual nos enseñó todo el recinto incluído el comedor de los obreros en cuyo mural pintado resaltaba la vaquita Matilda (la recuerdan, Matilda va , Matilda viene y suspirando se detiene ...) y la estatua de la "famosa" vaca (embalsamada)que daba los 20 litros de leche diarios.

Años más tarde, se puso de moda que particulares alquilasen un ómnibus escolar
cuyos asientos se vendian en MN, y ofrecieran excursiones a lugares turísticos como Las Terrazas,
a las que asistía con mi amiga Lourdes, pudiendo visitar la casa de nuestro querido Guajiro Natural, de la cual lo que más me llamó la atención fue el baño, pues posee una pared toda de cristal que ofrece una vista preciosa del lago que allí existe. También pudimos visitar las zonas aledañas incluyendo el famoso hotel en cuyo centro hay un árbol inmenso.

Ya después de jubilada (lo pude hacer a los 55 años y un día), participé en numerosas excursiones organizadas por las Casas de los Abuelos, gracias a mi amiga Melba que me invitaba aunque yo no pertenecía aún a ellas y cuyos precios eran casi irrisorios.  Y después, una vez entrada a la famosa 3ra Edad,  mientras me encontraba semi interna en el Hogar del Adulto Mayor sito en 42 al fondo del banco, y en el cual no sólo me brindaron una atención esmerada que me permitió salir de mi estado depresivo, sino que recibí una rehabilitación total y completa por parte de las Dras Mayda y Cecilia y los fisio que alli trabajaban junto a las muy cariñosas Seños, participé en múltiples excursiones, entre ellas una al Cristo de la Habana,
de la cual guardo bellos recuerdos puesto que no sólo compartí con mis compañeras y compañeros del Hogar, sino también, con el que sería mi último compañero sentimetal en Cuba y al que me unió una relación estable hasta el momento en el que decidí venirme a España a convivir con mis hijos.

He tenido ocasión de disfrutar ampliamente de esa actividad lúdica llamada excursión, a lo largo de toda mi vida, pues con mi familia he participado en muchas , tanto en Cuba como en España, al igual que con múltiples amigas de diversas partes del mundo, de ellas resultó significativa la que compartí con mis amigas Victoria y Juana durante su primera visita a Cuba, con las que tuve a bien visitar, por primera vez, una fábrica de tabaco, una experiencia inolvidable, o la que comparti con mi amiga Tita a lo largo y ancho del país, y que me sirvió de despedida de mi amada Patria y durante la cual pude visitar nuevamente a amistades y familiares desde Pinar del Rio hasta Victoria de Las Tunas.

Por todo ello y por mucho más, invito a todos, amigos y conocidos,  a promover la realización de esta actividad grupal en la cual el compartir con nuestros familiares y amigos para conocer y disfrutar de nuevos y viejos lugares suele devenir en ALGO PARA RECORDAR.


3 comentarios:

  1. No te imagino deprimida. Para mí eres la persona más positiva y alegre del mundo. Cómo me gustaría hacer una de estas excursiones con tu familia y la mía. Felicidades por tu talento amiga. Un abrazo.

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  2. Me encantan las excursiones, es una pena vivir tan lejos y no poder compartir un usted un viaje, aprendería tanto, aunque por este medio he conocido bastante en sus relatos. Saludos

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