miércoles, 12 de abril de 2017

ANTE TANTO HORROR...UN POCO DE AMOR

El amor en mi vida siempre ha ocupado un lugar primordial.  Ya bien sea el amor fraternal o el amor romántico, sentirlo, disfrutarlo, sentirse embargado por él, ha sido y es parte integrante de mi forma de ser.  Y no es menos el amor que siento por todo lo que me rodea, ya bien sean los seres humanos como la naturaleza que nos envuelve en su manto, junto al resto de las criaturas vivientes con las que comparto mi existencia.

Es por ello que me duele tanto el dolor ajeno.  El de esos niños masacrados, el de esos civiles impotentes ante ese holocausto que se les viene encima y del que ninguno, más tarde o más temprano, quedaremos exentos.  De esos seres humanos que ven truncadas sus esperanzas por la ambición de otros que se creen mejores. 

Ya es hora de decir BASTA ante tanta insensatez.  Y como lo único que puedo hacer es alzar mi voz contra tanta ignominia, brindo a todos los que me quieran oir mis palabras de amor. Porque como dijera el poeta: SOLO EL AMOR ENGENDRA LA MARAVILLA. 

Hoy, ante la situación en que los humanos hemos colocado tanto al planeta como al resto de los humanos, quiero compartir con uds. un poco de ese AMOR.  Y, aunque está narrado como algo ajeno, puedo asegurarles que fue el inicio de mi encuentro con el hombre al que puedo llamar, sin lugar a equivocarme, el que me enseñó que UN MUNDO MEJOR ES POSIBLE SI ESTA BASADO EN EL AMOR.

PARA UDS.:


ANTE TANTO HORROR...UN  POCO DE AMOR

Ariadna, -haciendo honor al origen de su nombre, "aracne", se sentía cada vez más y más atrapada en su propia red.  Sabía que ese encuentro tenía de todo menos casual.  Y que el cerco alrededor de ellos se estrechaba poco a poco.

Sus ojos se cruzaron y ya no hubo más.  El mundo dejó de existir y sólo quedó ÉL, con aquella mirada casi infantil en un rostro demasiado hermoso para ser varonil.

No mediaron palabras, no fueron necesarias.  Todo estaba dicho cn ese primer encuentro.  Y supo que al fin había encontrado las respuestas a sus inquietudes.  Aquellas que le hicieron salir en plena noche en busca de las mismas.  No necesitaba más.  Sólo a Él. Estaba ahí. Y era todo suyo.

martes, 4 de abril de 2017

TRES MOMENTOS DE UNA MISMA HISTORIA (CONT.)






Para muchos cubanos que  desarrollaron su infancia y su juventud después del año 1959, la fecha del 4 de abril tiene varias connotaciones.  Pero, en mi caso, la asocio a una experiencia que me dejó marcada para el resto de mi vida: la brigada artístico-socio-cultural "4 de abril", organizada en el año 1974 por la Brigada"Raúl Gómez García" que reunía a los instructores de arte y los técnicos de la cultura, en coordinación con organizaciones socio-políticas  y de masas de la ciudad de La Habana y de los Municipios de la Sierra del Rosario y la Sierra de Cubitas en Pinar del Río.  



Esta Brigada, a la que se integraron instructores de arte, artistas, sociólogos y otros, tendría un fin específico: realizar actividades artístico-culturales en las zonas montañosas de Pinar del Río, en las que existía un gran núcleo habitacional perteneciente a la secta religiosa Testigos de Jehová.  Como super-objetivo: tantear ideológicamente a estas congregaciones y, a su vez, intentar influir en las mentes infantiles mediante el arte y el uso de textos de fuerte carácter patriótico.  Por ejemplo, en mi caso, dado a mi oficio de narradora oral, se sugerieron textos como "El mambisito era de Ley" y "Epaminondas", entre otras narraciones, a las cuales seguían concursos de dibujo, conversatorios con el público, actividades danzarias, teatrales, musicales etc, y la participación era evaluada por los sociólogos, psicólogos y psiquiatras e incluso periodistas,que nos acompañaban.

Nuestra estancia en esta zona del país duró dos semanas, en las que nos movíamos constantemente de un núcleo poblacional a otro, nos alojábamos en los Internados de Montaña
(donde me tomaba duchas de agua fría a las 5 de la mañana), o dormíamos en campamentos de casas de campaña sobre "balsas" de hule que se ponían super-frías por la madrugada debido a la humedad de la hierba.  Por las noches, nos reuníamos los miembros de la Brigada a comentar los incidentes y, después, improvisábamos actividades para pasar el tiempo lo mejor posible, como jóvenes que éramos, pues ninguno sobrepasaba los 30 años de edad.  Sinceramente, los quince días se me fueron volando y en todos los lugares que actuamos, fuímos bien recibidos por la población, tanto infantil, como juvenil y adulta.

Antes de emprender dicho viaje, a cada uno se nos entregó un libro cuyo título era "La verdad sobre la secta Testigos de Jehová",pero en mi caso eso no era novedad, pues en mi familia paterna algunos de sus miembros pertenecían a ella y yo estaba acostumbrada a compartir con ellos y conocía sus características.  Respetaba sus criterios religiosos aunque no los compartiera, y ellos respetaban mis ideas.  Conversábamos en un ambiente de paz y tolerancia, y aprendí a apreciar sus características como seres humanos, más allá de lo que de ellos se decía.  No lograba entender su postura ante los signos patrios a los cuales yo consideraba casi sagrados.  Pero eso no fue óbice para que nuestros lazos de sangre se rompieran.  Nunca valoré si mi relación con ellos podía afectar mi futuro, porque para mí, la familia es sagrada.  

Cuando la programación se dio por concluída, y la Brigada se preparaba a regresar a la Habana, sucedió algo no programado: contraje una neumonía y tuve que quedarme ingresada en un hospital de montaña.  Tenía un hospital, un médico y dos enfermeras para mí solita.  Fui remitida al hospital Neumológico de la ciudad de la Habana unos días después en una ambulancia y allí quedé ingresada por otros 15 días más o menos, siendo el diagnóstico Neumonía a repetición por intoxicación de nicotina   Y, fue entonces que decidí DEJAR EL CIGARRO y eso es algo que  agradeceré eternamente a la Brigada "4 de abril", pues me salvó de un posible cáncer de pulmón y contribuyó a que mi economía no se siguiera resintiendo.

domingo, 26 de marzo de 2017

EL CANO Y LAS FIESTAS DE LOS ALFAREROS



Mi incorporación en el año 1988 a la Casa de Cultura del municipio de La Lisa en La Habana, coincidió con la celebración de una de las fiestas tradicionales de la zona: las Fiestas de los Alfareros, que se desarrollan en la localidad  de El Cano.

En Cuba, desde el arribo de los taínos al territorio, la alfarería ha ocupado un lugar destacado entre los rubros productivos del país.  Más adelante, con la llegada de migraciones españolas a la Isla en el siglo XIX, venidos sobre todo de Canarias, esta actividad productiva alcanza nuevo auge, sobre todo en la zona de El Cano, en la ciudad de La Habana.


El poblado de El Cano, fundado originalmente en 1723 en los antiguos terrenos ocupados por el Corral de El Cano, sufrió un cambio fundamental en su economía como consecuencia directa del abuso de la ganaderia extensiva y la necesidad de buscar nuevas fuentes productivas, lo que coadyuvó al desarrollo de la industria azucarera y, por ende, de aquellas industrias colaterales que la sustentaban, como la alfarería.  En esto jugó un papel relevante la naturaleza de sus suelos arcillosos, y en 1845, el pueblo que ya poseía una población de cerca de 1200 habitantes, contaba con 15 tejares, lo que lo llevó a convertirse en uno de los núcleos más importantes en el desarrollo de la alfarería en la zona occidental del país.



El pueblo de El Cano,  fue construído según el patrón español alrededor de su parroquia (ver imágen inicial), haciendo notar su influencia religiosa en los vecinos del lugar que hacían de ella el centro de la vida social.  

En un inicio, las técnicas utilizadas por los alfareros eran sumamente rudimentarias, basadas en la rueda y la confección artesanal de las piezas, las que se cocían en el llamado 'horno criollo', construido con ladrillos y alimentado con leña.  Con el paso del tiempo, se fueron introduciendo nuevas tecnologías, sobre todo en el siglo XX con la aplicación de la 'máquina de cazuela'.  Entre las principales piezas elaboradas por estos artesanos en los ya existentes tejares grandes y pequeños encontramos las cazuelas de barro, tejas y platos.  Al producirse el ciclón del 26, la industria alfarera de El Cano, que abarcaba renglones tales como cazuelas, tinajas, jarrones, macetas, tazas, búcaros, floreros, etc.,  sufrió grandes pérdidas al reducirse su producción  con la entrada en el mercado de útiles de cocina fabricados con aluminio y tuvo lugar una crisis en dicha industria, cuya mano de obra seguía siendo básicamente artesanal y familiar.  No obstante, sus habitantes constitutían una población con algunos recursos y una fuerte tradicion pequeño- burguesa.  Para 1953, el poblado contaba con unos 3398 habitantes.

Cabe señalar que muchos de sus habitantes, hombres y mujeres, tomaron parte en la Guerra de Independencia del 95, por lo que al terminar la misma, muchas de sus calles adquirieron el nombre de algunos de ellos.

Los festejos de los alfareros, tienen su inicio en el año 1945, fecha en que se celebrara el centenario de esa industria.  Si en un principio ésta tuvo como objetivo incentivar las ventas de sus productos artesanales, muy pronto devinieron en una tradición popular.  

Antiguamente, su sede era el Liceo, pero tal edificio fue derrumbado en 1963, fecha en que se construyó un Círculo Social mucho más amplio y moderno, que recibió el nombre de 'Roberto Negrín'.  Si bien las primeras fiestas tuvieron lugar en diciembre, posteriormente se pasaron a celebrar en la última quincena de septiembre, pasándose posteriormente a la primera quincena del propio mes.  

Entre las actividades que en ella tienen lugar, se encuentras las ventas de artesanías, la misa en la parroquia (a la que en una ocasión tuvo a bien asistir el representante del Papa en Cuba), las controversias campesinas,presentaciones de grupos danzarios, los bailables, los juegos populares entre los que destacan algunos típicamente rurales como el de las anillas ( los participantes a caballo intentaban coger un anillo a toda velocidad), el gato encendido ( para mi gusto un poco cruel), venta de libros,  actividades para niños, presentaciones de artistas nacionales como Merceditas Valdés, la Orquesta Aragón, y muchos más.  Y, aunque desde siempre han estado prohibidas, también se efectúan peleas de gallos en locales privados.

En mi fuero particular, guardo muy gratos recuerdos de todos los años en que participé en la preparación de estos festejos, y sobre todo, porque en ellos tuve la ocasión de conocer al hombre que en los momentos más díficiles de mi vida me brindó su apoyo y me de-mostró que en el amor, los años de diferencia no son un impedimento.

Invito a todos los que lo deseen, a visitar el territorio en las referidas fechas y disfrutar de un ambiente sano dentro de las mejores tradiciones de la zona. Quizás, como yo, además de pasarlo bien, encuentren el AMOR.





martes, 21 de marzo de 2017

LAS FALLAS O VALENCIA EN LLAMAS




Aún flota en el aire el olor a pólvora que tanto caracterizan a estas fiestas populares, declaradas en noviembre del 2016 PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD, conjuntamente con nuestro sabroso SON.

Las Fallas, son los festejos que representan a la Comunidad Valenciana, y en específico, a su ciudad capital: VALENCIA.  Tienen lugar del 15 al 19 de marzo como un saludo a la entrada de la primavera y para rendir homenaje al patrón de la región: San José, quien es a su vez el patrón de los carpinteros, cuyo gremio alcanzó gran relevancia en esta zona del país, gracias al desarrollo de la fabricación de muebles. El fin de las fiestas coinciden con el Día del Padre.

Cuenta la leyenda que el origen de estas fiestas tuvo lugar en el siglo XIX cuando los carpinteros, al finalizar el invierno, reunían todos los materiales sobrantes y los residuos y procedían a quemarlos para alejar todo lo malo.  Junto a ello, quemaban también sus 'parots', estructuras que usaban para colgar sus candiles y lo cuales, según la tradición oral, fueron poco a poco convertidos en figuras con formas humanas, hasta convertirse en lo que hoy son los 'ninots' (muñecos) que componen las fallas (monumentos de carácter satírico sobre temas de actualidad)  Este año uno de los personajes más utilizados fue la imagen de Donald Trump, el actual presidente de los Estados Unidos de América.



Los festejos se inician con LA CRIDA (Pregón) en el cual la Fallera Mayor (algo así como la Reina de las Fallas adulta, porque hay una Fallera Mayor Infantil), desde este bello lugar llamado las Torres de Serranos (yo le digo a mi nuera que de seguro son de ella, pues se llama Serranos de apellido, jiji) y frente a todos los asistentes (vienen cerca de un millón de turistas cada año a disfrutar de las mismas), da por iniciadas las Fallas teniendo lugar castillos (fuegos artificiales) y juegos de luces que hacen la alegría de los asistentes.


Ya desde algún tiempo atrás, se vienen desarrollando actividades colaterales como el Museo del Ninot, en el que cada Casal Fallero muestra uno de ellos con la esperanza de que resulte indultado, es decir, no sea víctima de las llamas.  También tienen lugar las mascletás, espectáculos pirotécnicos, sobre todo en la Plaza del Ayuntamiento donde se reúnen cientos de personas para sentir esa emoción que provocan sus explosiones, simulando un gran concierto.




La Plantá (la ubicación de la falla en el lugar escogido), se celebra el día 14, siempre y cuando no haya lluvia o viento, como sucedió el año pasado que provocó la caída de algunos de estos monumentos y la pérdida de la posibilidad de ser premiados, pues éstos compiten en diferentes categorías.  Las fallas son elaboradas por los maestros falleros (constructores artesanos) durante casi un año, con un alto costo en materiales y mano de obra, las cuales son costeadas por los miembros de los Casals, excepto algunas de carácter municipal.  Y, algunos piensan que los beneficios no están a la altura de los gastos.




Otra de las múltiples atracciones que ofrecen estos festejos son las iluminaciones de algunas calles, las cuales también son llevadas a cabo por los falleros en franca competición entre ellos, actividad que tiene detractores debido a las conexiones eléctricas necesarias para llevarlas a cabo.  De todos modos, es un espectáculo impresionante cuando a las 21:00 horas son iluminadas acompañadas de la música apropiada.

Durante los días 17 y 18 se celebra la Ofrena (la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia.  Las falleras llevan en sus manos ramos de flores que le ofrendan a la Virgen como agradecimiento y con ellos se va confeccionando el manto que cubrirá el cuerpo de su imagen gigantesca (14 metros) ubicada en la Plaza de la Virgen, cada año es un diseño diferente y puede ser admirada durante varios días.

La noche del 18 al 19 tiene lugar la Nit del Foc, en la cual durante 20 minutos se ilumina el cielo de Valencia con los 'castillos' (fuegos artificiales) con sus bellos diseños y colores, espectáculo que es apreciado en toda su magnitud por miles de asistentes que se reúnen en las márgenes del antiguo cauce del rio Turia, aunque el espectáculo se puede disfrutar desde casi todas las zonas de la ciudad, pues el cielo es el mismo para todos.

El día 19, como preludio a la Nit de la Cremá (Valencia en llamas), cuando los falleros con los ojos llenos de lágrimas deciden prender fuego a las fallas como símbolo purificador, se celebra la Cabalgata del Foc con la participación de comparsas de diablos y carrozas del dios Plutón.

En la Nit de la Cremá, que comienza a las 22:00 hs con el encendido de las fallas infantiles, afloran sentimientos encontrados, pues si por una parte los falleros entienden que es un acto liberador necesario, también comprenden que las llamas se llevan el trabajo de todo un año hecho con mucho amor.  A las 24:00 horas se prenden los monumentos grandes, a las 24:30 la ganadora del Primer Premio de la Sección Especial y, por último , a las 00:0l del día siguiente la emplazada frente al Ayuntamiento, dando así fin a las fiestas más sentidas que he tenido a bien disfrutar.

Larga vida a esta hermosa tradición y mi sincera invitación a que disfruten, aunque sea una vez en la vida, de estas hermosas fiestas que ponen a Valencia, 'en llamas', y a la que los cubanos residentes en esta acogedora ciudad también brindamos nuestro granito de arena.

domingo, 5 de marzo de 2017

Tres momentos de una misma historia

Es indudable el papel rector del cerebro en nuestros cuerpos.  Cuando percibe que está al límite, simplemente se 'apaga' y nos manda a dormir.  Y , hoy, gracias a ésta cualidad innata, me he levantado después de un sueño reparador con las ideas claras como nunca antes.  Por ello quiero, antes de que se me empañen, compartirlas con Uds.

A lo largo de estos meses en que he comentado mis memorias en las entradas de este blog , he intentado referirme a cuestiones generales, partiendo de mi experiencia personal, algunas buenas y otras no tanto.  Hoy deseo referirme a tres momentos en mi vida que me marcaron definitivamente. Aunque de todos ellos me esforcé por sacar lo positivo de los mismos, no por ello dejaron de hacer mella en mí.  

LA ESCUELA AL CAMPO.

A partir de no sé qué postulado martiano ( o al menos eso nos hicieron creer), se planteó que los estudiantes de secundaria en adelante deberían tener un mayor contacto con esa industria que brota del esfuerzo del campesino sobre la tierra: la agricultura.  Para ello se elaboraron en los años 60 planes de incorporacion voluntaria al trabajo agrícola, y posteriormente, el plan La Escuela al Campo.

Las opiniones sobre el mismo son sumamente encontradas, pero lo que no se puede negar es que fue una experiencia inolvidable para muchos.  

A finales de la década del 60, los Institutos Tecnológicos pertenecían a la categoría de centros semi-militares.  La dirección de los mismos estaba regida por militares a todos los niveles.  Por aquel entonces, siendo yo madre soltera y estudiando para profesora, el Instituto Pedagógico Superior "Enrique J. Varona" de la Universidad de la Habana, me ofreció la oportunidad de conseguir un empleo como tal en uno de estos centros docentes.  Comencé en el Instituto del Petróleo, sito en Campo Florido, de ahí fui trasladada al "Julio A. Mella" en Boyeros y, finalmente, reubicada en el Inst. Tecnológico de la Alimentación, "Ejército Rebelde" en Playa, muy cerca de la que fuera residencia Bacardí.  

Me encontraba laborando en este centro docente cuando fui enviada a mi primera Escuela al Campo, en calidad de profesora guía al frente de un grupo de alumnas por un espacio de tiempo de 45 días, a la zona más occidental del país: Remate de Guane , zona de cítricos cultivados en tierra arenosa ( un alivio, porque así no se manchaba la ropa de tierra roja).  

Una tarde, al regreso de la jornada, una de las alumnas ( me veían más como una compañera que como una profesora, casi eramos de la misma edad), se me acerca y me comenta muy consternada que le habían aplicado una sanción en su asamblea de la Unión de Jóvenes Comunistas porque había mantenido relación postal con su mamá, quien había abandonado el país.  Con la ingenuidad más grande del mundo, y sin percatarme de que 'las paredes tienen oídos', me dirijo a ella y le explico que ésa es una medida arbitraria a mi modo de ver, pues las relaciones familiares debieran estar por encima de las convicciones políticas.  (En mi familia se habían dado varios casos pero seguíamos manteniendo vínculos, por eso no lo entendía, y además, yo no militaba en ninguna organización política, aunque sí de masas como casi todo el mundo, por ende desconocía sus estatutos).   

Unos días más tarde, estábamos haciendo un alto en la jornada laboral sentadas en el suelo conjuntamente con la campesina que nos orientaba en nuestras labores.  No recuerdo como surgió el tema, pero acabé coordinando con dicha campesina un intercambio: yo tenía un hijo alérgico que necesitaba malanga y ella, necesitaba ropa de trabajo, así que quedamos en hacer un trueque.  ERROR, lo promoví frente a las alumnas de mi brigada, pues no veía nada malo en ello, y no me percaté de unos ojos y oídos maliciosos que allí estaban al acecho.

Esa noche, ya de vuelta al campamento, recibo una citación de la dirección del mismo.  Acudo al referido local y, no más entrar, percibo que algo no iba bien.  Allí se encontraban todos los responsables del campamento, incluyendo los del Partido y la UJC.  Me invitan a pasar y sentarme y acto seguido me preguntan si tenía algo que declarar.  Como no veía nada malo en mis actos, proseguí a referirlos con lujo de detalles.  Al finalizar se me dijo que los compañeros presentes analizarían el caso y me darían la respuesta esa misma noche.  Y asì fue.  Un rato después, fui citada nuevamente para informárseme que debía abandonar el campamento y presentarme en la dirección del tecnológico.  

A la mañana siguiente, así lo hice.  Me llevaron de regreso a La Habana y al otro día me presenté en el centro. Y cual no sería mi sorpresa al entrar al Claustro de profesores y ver alli reunidos a la mayor parte de los docentes del centro, junto a la dirección y los representantes del Sindicato y las organizaciones politicas. Me sentí como debieron sentirse los gladiadores cuando esperaban que el César levantara o bajara el pulgar. Después de un breve intercambio, en el cual no intervino a mí favor ninguno de mis compañeros, se me explicó la medida que habían decidido tomar:  suspenderme de empleo y sueldo y retirarme de la docencia por, según consta en dicha resolución: No poseer la capacidad ideológica suficiente para ser forjadora de nuestra juventud.  !Qué ironía!

Yo, que habiendo sido educada como una pequeña burguesa, y disfrutado de todas las posibilidades que otorga tal estado, lo había dejado todo a un lado y me había subido al carro de la Revolución sin pensarlo dos veces, sólo con la intención de ayudar a forjar a las nuevas generaciones en sus 'ideales'.  Y era tratada como la más vil de las traidoras.

Llegué a mi casa, me senté a conversar con mi papá y éste, sin decir nada me dijo: Vístete, que esto lo arreglo yo.  Mi padre era un hombre de ideas y principios claros, que gozaba de la amistad de muchos, y entre ellos, del Dr. Rodríguez Machado, quien en esos momentos fungía como asesor en el Ministerio del Trabajo.  Nos fuímos a verlo y le explicamos el caso.  Unos días más tarde mi padre me dijo como en el programa de la Dra. Polo:  Caso resuelto.  Vete y busca un nuevo empleo.  (Su amigo había eliminado mi expediente laboral, claro que con ello desaparecían cinco años de mi vida laboral, y me había creado uno nuevo).

Por su parte, la Decana de la Facultad me informó, que dado que ya no podría ejercer como docente, debía darme de baja de la misma.  Pero que ella me concedería el poder terminar el curso.  A su vez me instó a 'purgar mi culpa'  incorporándome por dos años al Ejército Juvenil del Trabajo, a lo que yo me negué porque consideraba que no había llevado a cabo ningún acto criminal por el que debiera pagar.

Fue así cómo, después de algunos meses, comencé a trabajar en el Consejo Nacional de Cultura, y  mira por donde, como DOCENTE y formadora, fungiendo como tal durante 25 fructíferos años.  E incluso, pude matricular nuevamente en la Universidad, gracias al esfuerzo y el visto bueno de muchos que confiaron en mí, como mi papá.

Y así termina el primer acto de mi Catarsis.  Y, como en los seriales, CONTINUARA.




domingo, 26 de febrero de 2017

La flor más delicada de mi jardín....MI MADRE

HOY hubiese sido un gran día: mi querida Madre habría cumplido 99 años y , de seguro, tal como a ella le gustaba, nos habríamos reunido todos alrededor de la gran mesa del comedor, degustado alguno de sus exquisitos platos: Pollo a la Villeroy, o conejo estofado o pastel de pescado, acompañados de un excelente arroz con pollo a la chorrera o , tal vez, spaghettis con pollo en salsa bechamel o simplemente, unas papas hervidas en leche y mantequilla.  Y, al final, uno de esos dulces que tanto le gustaba hacer: flan de leche condensada y leche evaporada, o quizás, un delicioso cake elaborado por sus manos y horneado en ese horno que sólo ella sabía utilizar, en una mesa donde abundara el buen vino y la cerveza.

Mi relación con mi madre estuvo casi siempre a la altura de lo que se esperaba, fui la primogénita y contaba con su amor  y apoyo incondicional.  Siempre me he considerado como una niña tranquila y obediente, así que no le di muchos dolores de cabeza, los problemas vendrían después. Aunque de su boca nunca salió una expresión de reproche. Y, hoy por hoy, me siento sumamente agradecida porque la vida me premió con una progenitora de su valía y junto a la cual permanecí hasta el momento en que le cerré los ojos, después de perder su gran batalla contra el cáncer.

Margarita Matilde Velázquez Díaz, era la cuarta hija del matrimonio formado por Angelina y Bonifacio, y aunque ambos eran habaneros, la niña vio la luz en la Ciudad Bandera: Cárdenas, de la que siempre se sintió muy orgullosa.  Su padre era maquinista de central, por lo que en época de zafra debía trasladarse a los lugares donde estuvieran solicitados sus servicios.  Durante esa etapa la familia vivía como en las "vacas gordas".  Su padre devengaba un buen salario durante los meses de zafra, en los cuales acudía como el resto de la cuadrilla, a las tiendas del Central en busca de víveres y el atuendo que vestiría su prole.  Bonifacio era un hombre que se encargaba de todo, así que el día de compras se iba con los niños y mi abuela a la tienda, y en materia de alimentos todo lo compraba por sacos, en cuanto a la ropa y el calzado, acostumbraba decirles : "Ponte esos zapatos (por lo general, unos 'paquetetumbo' para que duraran bastante); ¿cómo te quedan, bien?  Pues nos los llevamos". Y  poco importaba que les quedaran tipo payasito, esos eran los que eran, y punto.

Durante el ' tiempo muerto', la familia regresaba a la Habana, al barrio de Cayo Hueso del cual ella nunca renegó, y siempre aludía a esa etapa en la que le cogió 'mala voluntad' a la harina con leche, pues era lo único que se echaba en el estómago durante todo el día, y eso que para esa época ya contribuía al sustento de la familia, y donde conoció a su comadre Digna con la que mantendría una bella amistad hasta el final de sus días, quien vivía en la misma cuadra que Kid Chocolate, por cuya ventana alguna vez pasamos y lo vimos ya muy deteriorado por los años y los golpes recibidos en su vida de boxeador profesional.

Mi madre y dos de sus hermanas, Esther y Virginia, tenían un  gusto exquisito, que se evidenciaba en sus atuendos,  por lo que decidieron convertirse en promotoras de la moda, adquiriendo los oficios de modistas y sombrereras. Volcaron su potencial en el desarrollo del buen vestir de muchas mujeres, tanto de las menos favorecidas económicamente, como aquellas de la más alta sociedad habanera. En especial mi madre, desarrolló un gusto muy refinado y una gran afición por los zapatos. Su pasión era ir a El Encanto, a la peletería Merry Go Around a comprarlos de última moda. Tal vez fue una reacción muy 'femenina' a aquellos tiempos en que su adorado padre tomaba las decisiones por ella.Su formación profesional estuvo a cargo de una modista francesa radicada en la capital, quien la trataba como a su hija, le enseñó el oficio y en un momento determinado, le dio albergue en su taller.

Poseía, como buena Piscis, no sólo un gran talento creativo sino, además, artístico.  Gustaba de tomar parte en representaciones teatrales y tenía una bella voz, con la cual recreaba a familiares y amigos en las actividades festivas.  Solía contar cómo, en una época en que confeccionaba algunas prendas del vestuario de la Unica, Rita Montaner,- que por aquel entonces se presentaba en el Teatro Martí-, ésta, ante el descubrimiento de sus facultades vocales, la indujo a entrar en el mundillo artístico, pero mi madre no se sintió tentada de intentarlo siquiera, su mundo era la moda.

Mujer de gran sensibilidad humana y artística, tenía predilección por el baile, en particular, el danzón.  Su mayor entretenimiento era participar en las giras bailables que se ofrecían en los Jardines de La Tropical o la Cotorra.  Acudía a ellos, como la mayoría de las asistentes, con sus vestidos "de domingo" que ella misma se confeccionaba y causaba sensación al acompañarlos de preciosas pamelas que le hacía su hermana Villo.  Fue en una de esas giras que conoció a mi padre, quien según ella, en aquel momento "era un desastre". Mi madre tomó bajo sus riendas al díscolo de mi padre, y lo transformó en uno de los hombres  más elegantes de su época, a la par que se convertía en un importante empresario.  Dicen que detrás de todo gran hombre hay siempre una gran mujer y, este fue el caso.

 La verdad era que conformaban una pareja extraordinariamente atractiva.  Mi madre era una mujer bellísima y mi padre un hombre muy apuesto.  Cuando decidieron formar una familia tomaron una sabia decisión:  mi madre sería la reina del hogar y mi padre, el que mandara de la puerta para afuera. Y así fue como la casa (cualquiera  de las cuatro que construyó mi padre para ella) devino dominio absoluto de Margarita, Cantaclaro, como ella misma solía llamarse. Y mi madre se abstuvo de interferir en los negocios de mi querido padre.  (Menos mal que en un momento de lucidez mi madre puso la última de las casas a su nombre, y como existía separación de bienes, pudimos conservarla a pesar de las locuras lúdicas de mi padre).  La educación de mi hermana y mía devino la principal actividad de mi madre, y en el caso mío, no me puedo quejar.  Cuidó con esmero que tuviese una amplia formación académica junto a una educación más que liberal para la época.  Su principal lema:  para ser una mujer independiente tienes que poseer independencia económica.  Por ello, aun cuando no le hiciese falta, jamás dejó de ejercer su oficio, ni siquiera en su lecho de muerte.

Nos enseñó el valor irremplazable de la familia y fue un ejemplo vivo de abnegación y consagración.  Sus lazos familiares estaban por encima de cualquier diferencia ideológica y nos inculcó el amor al deber y a la Patria. Era una redomada martiana. Dejó de lado toda conveniencia personal ante las obligaciones materno-filiales.  Y sobre todo, nos enseñó cada día a ser una mejor persona con su ejemplo, educándonos en el amor al prójimo y la convivencia.  Fue una vecina querida y respetada por todos los que la conocieron.  Amiga leal, siempre dispuesta a 'echarle una mano' a todo el que lo necesitara. Y una Abuela ejemplar.

Por todo ello, hoy a un año del que sería su primer Centenario, quiero levantar mi copa y decir:  Felicidades, Mima Margot.

domingo, 12 de febrero de 2017

Canchánchara aquì y Canchánchara allá...Amigos, a disfrutar

Llega el 14 de febrero y quiere la vida de la mano de tres jovenes emprendedores que podamos brindarle a nuestros seres amados (novios, esposos, amigos, familiares), la posibilidad de pasar una noche inolvidable, aquí en Valencia, cargada de cubanía.  A esto ha contribuído un equipo integrado por hispanos y cubanos amantes de la tradición trinitaria y de la 'buena onda', deseosos de brindarnos lo mejor de su talento,para hacernos pasar un buen rato, no sólo en el aspecto culinario.
 
La Canchánchara es un local recién abierto en esta ciudad, en el que podemos saborear algunos de los platos más conocidos de la gastronomía cubana:  macho asado, congrí, plátanos fritos verdes (chicharritas, a puñetazos), yuca con mojo y otros más igual de apetitosos, así como acompañarlos con bebidas y cócteles de igual nacionalidad, sin contar los postres.Es precisamente uno de esos cócteles el que da nombre a este local.

 La Canchánchara, cuyo origen se remonta a la época de las Guerras de Independencia, cuando los mambises para protegerse del frío y de las enfermedades respiratorias, preparaban un licor a base de aguardiente (ya que era lo que tenían más a mano, producto de la caña de azúcar al igual que el ron), miel y algún cítrico.  Por lo general, lo tomaban caliente pues su objetivo era calentarse.  Aunque se convirtió con el tiempo en la bebida representativa de Sancti Spiritus, su creación se produjo en las regiones orientales. La elaboración de dicho coctel se trasmitió de generación en generación gracias a la tradición oral.  

Cuando en el 2010 decidí realizar junto a dos amigas una gira por una gran parte del territorio nacional cubano, grande fue mi sorpresa al conocer este local, cargado de historia y en él se podía consumir una 'canchánchara' . Originalmente esta bebida se tomaba en 'jícara', (vasija hecha a partir de la corteza de la güira), más a raíz de la puesta en marcha del proyecto de rescate de esta tradición, los integrantes del equipo de trabajo del Museo de Arquitectura de la ciudad promocionaron el uso de una vasija de barro que imitaba dicha forma para expender la referida bebida.  Actualmente, el lugar es uno de los más visitado por aquellos que deambulan por dicha Villa, Patrimonio de la Humanidad, y aunque en sus inicios se tomaba caliente por los aguerridos mambises, hoy por hoy se utiliza hielo en su preparación, manteniéndose el resto de los ingredientes, incluyendo la miel que le aporta un delicioso sabor dulzón.  Eso sí, CUIDADO, es tan fácil de beber que puede 'ponerte sabroso' en menos de lo que canta un gallo.

Además de poder degustar el mencionado cóctel, es posible disfrutar de música en vivo tradicional, interpretado por diferentes grupos de la localidad. Incluso, hasta aprender a tocar algun instrumento tradicional como el tambor. Y, antes o después realizar un espléndido paseo por la ciudad, una ciudad que es en sí misma un Museo vivo, pues en sus casas centenarias viven muchos de sus habitantes que guardan con celo gran parte de sus bienes heredados de sus ancestros.  Como la familia Moreno, en cuya casa viví durante un tiempo compartiendo con abuelos, tíos y sobrinos orgullosos de sus tesoros, y que fuera utilizada por el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica) en la producción de la película cubana "El Hombre de Maisinicú".  Actualmente se encuentra ubicada en dicha residencia colonial la sede de la ACAA (Asociación Cubana de Artesanos Artistas) y en su salón principal se exhiben las prendas primorosamente tejidas por sus miembros, auspiciados por mi gran amiga Isaura.

Trinidad es una ciudad a la cual siempre me he sentido muy ligada, no sólo por lazos familiares (aún viven en ella integrantes de la familia Zayas) sino por toda la historia que guardan sus rincones. No olvidar que fue una de las siete primeras villas fundadas por Velázquez.  Tal vez fuera ella, la cual de una forma muy sutil, me metiera en la cabeza la idea de convertirme en historiadora de arte, seguramente conquistada por su arquitectura colonial que parece detenida en el tiempo.  De todos modos, es una ciudad que ocupa un lugar muy especial en mi corazón y en mis recuerdos.



domingo, 5 de febrero de 2017

De lo real maravilloso...las Posadas de mi Habana







En la vida de toda persona hay lugares que guardan un significado muy especial.  Y, éstos son para mí, las Posadas de la Habana.


La primera vez que puse mis pies en uno de estos establecimientos, la verdad fue que quedé 'puesta y convidada'.  Sucedió unos días antes de contraer mis primeras nupcias.  Ya habíamos dado las primeras firmas, tanto en la Iglesia como ante el Notario, y nos sentíamos casi ya marido y mujer.  Por ello, decidimos, de mutuo acuerdo, hacer efectiva la consumación del matrimonio.  Mi novio-marido o mari-novio como decimos en Cuba, quien era ya un hombre hecho y derecho, tenía experiencia en esos menesteres y escogió un lugar que él consideraba apropiado para ello: una Posada, cercana al Parque Maceo.
 No más entrar, un escalofrío me recorrió la espalda.  Estaba de pie en un lóbrego pasillo, frente a un empleado en penumbras, el cual se limitó a darnos la llave sin siquiera levantar la vista, por discreción.  Llegamos a la habitación, esperamos los tragos que habíamos pedido,  pero de ahi no pasó. Todo me daba a entender que lo que pretendíamos hacer no 'era bien visto a los ojos del Señor' (para esa etapa de mi vida, sólo me restaba la Extremaunción) Y esa no era la idea que yo tenía de mi primera vez. Mi consorte se percató de mi desasosiego y pidió la cuenta.  Nos marchamos en silencio y nunca más volvimos a tocar el tema.

Pero la vida no es como uno se la imagina, y después de mi primer divorcio, me ví en la necesidad de utilizar muy a menudo los servicios de esos lugares que Wikipedia describe como establecimientos hoteleros sitos en las afueras de las ciudades y donde los que por alli rondan pueden disfrutar de alojamiento y además, de comida y bebida. 

 De todos es conocido las dificultades de una pareja en Cuba a la hora de buscar intimidad debido a los graves problemas de vivienda; pero para suerte mía, durante los finales de los años 60 y los 70, época que coincidió con un nuevo sentido de la libertad sexual, pero sin caer en el libertinaje, aún existían múltiples lugares llamados Albergues INIT donde poder alcanzarla con un mínimo de condiciones: agua fría y caliente, sábanas y toallas muy muy limpias, habitaciones aseadas y pintadas, aire acondicionado, ofertas de bocadillos y bebidas, por precios módicos.  Imagínense que en esa etapa yo estaba becada en F y 3ra
y mi estipendio era de doce pesos moneda nacional, y nos alcanzaba para dos fines de semana, pues mi novio, de ese momento, no trabajaba aún.  

Fue en esa época, para mi maravillosa porque vivía por y para el amor, que conocí la mayoría de estos establecimientos: entre otros, las casitas de Ayestarán, la Canada Dry, la de Vento,
la de la Calzada del Cerro y Boyeros y, por supuesto, 11 y 24 donde tuvimos la dicha de engendrar a nuestra hija, en una habitación alumbrada no sólo por los destellos del amor sino también por la brillante luz que entraba por sus amplios ventanales.

Muchas personas relacionan estos lugares con citas prohibidas,y quizás tengan toda la razón, pues muchos de ellos eran utilizados por parejas para cometer sus infidelidades, pero en esa época ése no era mi caso.  Después de mi primer divorcio, yo le habia cedido mi apartamento a mi hermana menor y, por ende, no podía utilizar mi cuarto para mis encuentros amorosos.  No en ese momento.  Aún se guardaban las apariencias, así que no quedaba otra que acudir a esos sitios o, como en alguna que otra ocasión, a una casita de campaña alquilada en las arenas de Santa María del Mar, pues los hoteles costaban una media de entre 10-20 pesos moneda nacional por noche, y si urgía mucho y no había dinero, al siempre 'activo' Parque Almendares. 

Años más tarde,y como consecuencia de la grave crisis habitacional que obligó a las autoridades a convertir algunos de los Albergues INIT en albergues para la población,(aunque ya muchos de ellos estaban en franco deterioro), conocería de otros lugares como las Casitas de Piedra de la Monumental, hoteles de primera como el Sevilla
o el Victoria que a pesar de estar reservados para 'lunas de miel' se podían 'resolver' por horas; o el Comodoro si tenías la suerte de tener un novio militar,  casas de playa tanto en Santa María como Guanabo y Varadero, hasta que aparecieron en el 94 los 'rooms for rent', con todas las comodidades de un hotel pero a 'precios de turistas', y que en ocasiones, hasta piscina tenían.

Es cierto que ya para el años 70 yo disponía nuevamente de mi apartamento, pero mi casa seguía siendo 'sagrada', y eso que mi madre nunca me dijo nada al respecto, pero yo tenía por principio que a mi vivienda sólo iba aquel que hubiese tomado en serio nuestra relación y estuviera dispuesto a hacerlo valer.  Claro que no todas estas relaciones terminaron en el Juzgado, pero sí fueron muy serias y comprometidas.

Hoy por hoy, echo la vista atrás y me percato que en este mundo de lo 'real-maravilloso' mis recuerdos de aquellos establecimientos, ya casi en extinción, están llenos del amor que en ellos disfruté y que me brindaron todos aquellos con los que compartí.

Felíz Dia del Amor